La diabetes tipo 2, más común que la de tipo 1, es una enfermedad crónica que suele contraerse en la edad adulta.
Científicos de Estados Unidos descubrieron una variante genética común entre los mexicanos y otros latinoamericanos que parece aumentar el riesgo de contraer diabetes de tipo 2, informa la revista «Nature».
El equipo liderado por David Altshuler, del Broad Institute, afiliado a las universidades de Harvard y Massachusetts Institute of Technology, se centró por primera vez en estudiar a este grupo de población, después de que estudios comparativos anteriores de mayor extensión geográfica no arrojaran resultados claros.
Al examinar únicamente a latinoamericanos, observaron que alrededor de un 50 % presenta una variación genética que se asocia con un mayor riesgo de contraer diabetes de tipo 2, mientras que esta variante solo está presente en un 10 % de los asiáticos orientales y es inusual en europeos y africanos.
Se cree que esta mutación causa una alteración en el metabolismo de los lípidos y explicaría al menos un cuarto de las disparidades en el riesgo de contracción de diabetes 2 entre esos grupos de personas.
Además, según se explica en «Nature», la variante coincide con una secuencia genética hallada en el genoma de un neandertal, lo que sugiere que fue transferida de los antiguos humanos a los modernos.
De acuerdo con la revista británica, el descubrimiento «refuerza nuestra comprensión de esta enfermedad tan común y sugiere que los genomas neandertales pueden estar en la raíz de este legado genético».
La diabetes tipo 2, más común que la de tipo 1, es una enfermedad crónica que suele contraerse en la edad adulta.
Se caracteriza por altos niveles de azúcar (glucosa) en la sangre debido a que existe una resistencia a la insulina, que ayuda a procesarlo en las células a fin de ser almacenado para obtener energía.
Por lo general, la enfermedad se desarrolla lentamente y la mayoría de las personas que la padecen tienen sobrepeso cuando son diagnosticadas, pues el aumento de la grasa dificulta al cuerpo el uso de la insulina. EFE