- diciembre 24, 2013
Para las que creen en las energías y en los ritos, esta es la info de lo que hay que hacer, según las costumbres latinoamericanas:
Pedir los deseos frente al pesebre: Anotar en un papelito los deseos y justo a las doce del 24 de diciembre, acercarse a la imagen del niño y pedirle con todo el corazón. Destuir el papel en un vaso de agua.
Sal para depurarnos: Esparcir sal gruesa por todos los rincones de la casa (específicamente los ángulos de las paredes) ya que es allí donde las vibraciones de quienes la habitan no fluyen y se concentran (por eso su acumulación es negativa). En la mañana del día 24, se barre la sal arrastrándola hasta la puerta y se arroja fuera de la casa, liberándonos así de la carga del año que está terminando.
Vapor de agua con azúcar: Colocar en agua herviente unas cucharadas de azúcar y una pizca de canela y rociar cada ambiente de la casa para llenarse de buena energía.
Velas blancas y semillas: El centro de mesa debe tener semillas, simbolo de vida, y tres velas blancas. Las semillas representan el año que está por nacer y las velas blancas son el elemento depurador. Este centro de mesa debe dejarse encendido durante el día y apagarse a las 18 horas, ya que es a partir de esa hora que debe comenzar la preparación de la mesa con velas distintas para la noche.
A partir de las 18, comienzan los siguientes rituales que son tradición y norma dentro de los círculos esotéricos:
Ropa Interior: En argentina, las mujeres solteras de la familia deben usar ropa interior rosa para conseguir pareja en el próximo año (pero la prenda debe ser regalada por otro o por un familiar). En Paraguay, se acostumbra usar ropa interior blanca.
Valde con agua: Para evitar penas de amor y olvidar un viejo romance, dejar toda la Nochebuena en una ventana o patio un recipiente grande con agua y tirarlo fuera de la casa después de las doce.
La prueba del futuro:
Para saber que nos depara el próximo año, llenar una bolsa de cartón grande con arroz y cuatro piedras pequeñas: una pintada de amarillo, otra de rojo, otra de verde y la cuarta sin pintar. Cuando den las doce, pasarlo de comensal en comensal. Cada uno debe retirar una piedra, mirar el color que le tocó y volverla a guardar: la piedra pintada de amarillo, augura dinero y prosperidad, la roja, romance en puerta o que la pareja actual perdura, la verde, buena salud y nacimiento, mientras que la que está sin pintar augura éxito en todo, por eso es la más afortunada. Para que el augurio se cumpla no hay que decir que color tocó.
Fuente: Luciana Traverso en lanacion.com