- diciembre 19, 2013
Uno de los descubrimientos científicos del 2013 fue sin dudas la publicada por la Universidad de Harvard a inicio del 2013: que con 20 horas de televisión semanal se pueden reducir a la mitad el conteo de espermatozoides. Es decir 15 o más horas de televisión y la intensiva actividad física (ejercicios) pueden modificar la calidad del semen. El primero disminuye la producción de espermatozoides y el segundo, aumenta.
“La calidad del esperma de los hombres puede verse afectada de manera significativa por sus niveles de actividad física, según un nuevo estudio dirigido por investigadores de la Escuela de Harvard de Salud Pública (HSPH). Ellos encontraron que los hombres jóvenes sanos que eran sedentarios, según lo medido por hora de ver la televisión, tenían recuentos de espermatozoides más bajos que los que eran los más activos físicamente”, sostiene un informe de la universidad.
«Sabemos muy poco acerca de cómo el estilo de vida puede afectar la calidad del semen y la fertilidad masculina en general, por lo que la identificación de dos factores potencialmente modificables que parecen tener un gran impacto en el número de espermatozoides es realmente emocionante», dijo el autor Audrey Gaskins, un estudiante de doctorado en la HSPH .
El estudio fue publicado por el British Journal of Sports Medicine.
Gaskins y sus colegas analizaron la calidad del semen de 189 hombres entre las edades de 18 y 22 participaron en el Estudio de los Hombres Jóvenes Rochester durante 2009-2010 en la Universidad de Rochester. Se pidió a los hombres acerca de su actividad física y hábitos de uso de televisión, además de los problemas de salud que pueden afectar su calidad de esperma, como la dieta, los niveles de estrés y el tabaquismo.
Los resultados mostraron que los hombres que vieron más de 20 horas semanales de televisión tuvieron un recuento de espermatozoides 44% más bajos que los que veían casi no hay televisión. Los hombres que hacían ejercicio durante 15 o más horas a la semana a una moderada a vigorosa tasa tenían un conteo de espermatozoides 73% más altos que los que se ejercitaban menos de 5 horas a la semana. El ejercicio suave no afecta la calidad del esperma.