- diciembre 1, 2013
Nuevo estudio científico que da esperanza para aquellas que quieren la fidelidad de sus parejas.
EFE. La oxitocina, conocida como la “hormona del amor”, desempeña un importante papel en la fidelidad masculina y la monogamia, según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Bonn dado a conocer esta semana.
Los científicos descubrieron en su estudio, publicado en la revista Proceedings de la Academia de Ciencias estadounidense, que los hombres con elevadas cantidades de oxitocina en el cerebro ven a sus parejas más atractivas que aquellos con niveles más bajos.
Para alcanzar estos resultados suministraron oxitocina mediante un espray nasal a un grupo de cuarenta hombres heterosexuales que vivían con su pareja en el momento del estudio.
Monógamos
Así descubrieron que, ante la visión de la propia pareja, esta hormona se ocupa de activar el centro de gratificación en el cerebro masculino, fortaleciendo de este modo los comportamientos monógamos en los hombres. “Este mecanismo biológico actúa de modo muy parecido a una droga, ya que tanto en el amor como en el consumo de drogas se busca estimular el centro de satisfacción del cerebro”, explica el director del estudio, René Hurlemann.
Según apunta el científico, la oxitocina estimula el contacto entre las parejas ya que, por medio de este, se mantiene alto el nivel de esta hormona y ello repercute en una potenciación de la relación sentimental.
Hurlemann recuerda que “el hombre constituye una excepción”, ya que la monogamia no es un patrón de conducta muy extendido entre los animales salvajes.
Estimulación
La oxitocina se produce en la glándula pituitaria y su secreción está regulada por células del hipotálamo, cuyo impulso nervioso se propaga por el axón hasta las terminales nerviosas pituitarias.
La producción de esta hormona puede estimularse mediante un masaje, una ducha caliente (o cualquier otra cosa que produzca un efecto similar al del contacto físico), así como abrazos, caricias, tener un orgasmo, bailar con alguien, acariciar a tu mascota o incluso rezar. También forma parte del ciclo de respuesta sexual y aumenta con el consumo de dulces y chocolate.