La mejor etapa en la vida de la mujer es el embarazo. Disfrutar al máximo es la clave de la felicidad y la tranquilidad de tu bebé y la tuya.
Por eso no te estreses cuando te llega una invitación para asistir a una boda, no es el fin del mundo, al contrario, aprovecha y seguí siendo la mujer fatal y sensual que siempre fuiste.
Breves consejos
Encontrar el estilo ideal para ir a una boda puede resultar complicado la búsqueda de un vestido a veces es difícil, pero sólo es cuestión de probarse varios hasta encontrar el perfecto. Lo más importante es sentirse cómodas. Si te apetece enseñar las piernas, no dudes y optá por un vestido corto.
Hay dos opciones que quedan muy bien a las embarazadas: el corte debajo del pecho o simplemente un vestido ancho (pero no demasiado) desde el pecho. Aunque cada persona tiene sus gustos y tenes que elegir algo con lo que se sienta bien, lo cierto es que éste tipo de diseño suele sentar genial a las embarazadas.
Si tenés la boda y es de noche y querés ir con vestido largo también es una buena opción con un escotes en “v” por ejemplo, aunque todo dependerá del pecho que tengás. Si no querés que sea demasiado largo, para estar más cómodas siempre podés elegir uno hasta los tobillos.
En cuanto al color, elegí el que mejor te siente. Si te gusta los tonos atrevidos como el rojos, fucsias, verdes, azules, naranja, no renuncies a ellos. Lo que si debes llevar en cuenta es elegir los tejidos lisos o estampados muy sutiles no demasiado llamativos.
Con respecto al calzado, lo mejor es llevar de tacos medio con algo de plataforma para que estés más cómodas. Y si querés ir con algo plano siempre tenés la opción de bailarinas o sandalias planas.
Recordar que estar embarazada no te limita a ser chic. A continuación algunas sugerencias:
Vestidos largos o medias piernas, algunas de las opciones.
Aunque estes con pancita no descartes los vestidos al cuerpo. Foto: vestidospara.com
Foto: espanol.babycenter.com