Repostería canina

  • ¿Un lujo para los perros?

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    Por Isabel Peláez

    Madrid,  (EFE).- La alimentación de nuestras mascotas es una inversión básica que los amantes de los animales asumen antes de adoptar un perro o un gato. Por esto, propietarios de tiendas de repostería canina defienden que se debe cuidar la dieta de nuestros perrunos inquilinos para que “vivan más y mejor”.

     

    Muchos optan por alimentar a sus mejores amigos con pienso, sin saber que este alimento industrial es como la “comida rápida” canina, según la propietaria de la tienda Miguitas, Charo Ana Hernández. “Algunos piensan que dar un dulce a un perro o premiarle con una ‘chuche‘ es algo superfluo, pero yo creo que hay que cuidar su alimentación y, en general, no se hace”, dice a Efe.

     

    La propietaria la tienda “online” de repostería canina Tartacán, Marian Torres, opina también en esta línea. El cumpleaños de nuestra mascota es una ocasión especial “para todos los miembros de la familia” y, por tanto, el mejor amigo del hombre se merece un regalo en forma de tarta o muffin, “de forma excepcional”.

     

    Foto: EFE

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    Fiestas de cumpleaños muy perrunas

    Torres asegura que recibe pedidos de familias que organizan auténticas fiestas de cumpleaños a sus perros, en las que hay otros perros invitados y, por supuesto, una magnífica tarta para todos además de gorros de fiesta y otros motivos ornamentales.

    Los animales son conscientes de que asisten a un evento especial cuando se les da una comida inusual. “Una vez al año se merecen sentirse únicos”, defiende Torres.

    “Premiar a nuestros perros con un pastel de cumpleaños no es un gasto exagerado, ellos también se merecen sentirse únicos una vez al año”, dice Marian Torres

    Galletas elaboradas con sardinas frescas o aderezadas con verduras y frutas -en especial manzana, plátano y coco-, bizcochos de hígado y pechuga de pollo, manzana y yogur, galletas con forma de corazón o hueso elaboradas con espinacas, bacalao, calabacín o harina de arroz, mimar el paladar de nuestros animales “no es un lujo”, sino algo opcional pero “asequible“, coinciden.

    La tienda Miguitas, ubicada en el madrileño barrio de Malasaña, huele a una apetecible mezcla de alimentos. Su dueña prueba la repostería que ella misma elabora en la cocina de su negocio, aunque asegura que las galletas para perros “no saben a nada“.

    Dieta natural, para lamerse las patas

    Foto: EFE

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    Primero compra productos “naturales” en el barrio y, luego, los tritura hasta convertirlos en una masa uniforme. Por último, extiende la pasta en divertidos moldes con formas animales y vegetales para atraer a los compradores, porque a los perros se les conquista solo “por el olfato“.

     

    De hecho, en este comercio los canes son los que eligen el dulce que más les gusta. “Los perros entran en la tienda con sus dueños y olisquean hasta dar con la ‘golosina’ que mejor les huele y que, por tanto, promete ser la más sabrosa”. Esta repostería es “un premio” para la mascota pero, además, también es un “complemento sano” a su alimentación, que ha de ser a base de carne y verduras crudas.

    Este tipo de negocios enfocados a cuidar la salud de los animales se consideran muchas veces excesivos y más en época de crisis. Sin embargo, estas propietarias defienden que la alimentación entra dentro de los cuidados “básicos” que deben recibir las mascotas.

     

    “Comprarle un abrigo o un collar de Swarovski a un perro es un lujo”, ejemplifica Charo Ana Hernández, también educadora canina. Humanizar a los animales de esta forma es para ella “un error”, porque los perros no necesitan “ir a la moda” como hacen sus dueños, ni recibir un trato “como si fueran niños o personas”.

     

    En el mundo animal existen muchas excentricidades, pero no perpetradas por los seres de cuatro patas, sino por las personas que cuidan de ellos; guarderías, escuelas caninas, balnearios, peluquerías o tiendas de ropa afloran en algunas ciudades para dirigirse a un público con poder adquisitivo que suele “malcriar” a sus animales, explican estas dos amantes de los animales.

    “Esos cuidados le aportan algo al dueño”, porque el perro es totalmente ajeno a tan principescas atenciones. En el mundo perruno también existen las damas y los vagabundos pero, al contrario que los humanos, a ellos no les importan las apariencias, solo recibir cariño y enterrar alegremente sus huesos.

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