- marzo 22, 2020
El café lo tomamos en el desayuno, después del almuerzo, en la merienda y quizás, después de la cena, aunque ésta última no sea tan recomendable a no ser que debas realizar algún trabajo o estés estudiando y quieras mantenerte despierta.
Lo cierto es que el almacenamiento del café debe ser bien cuidado, ésto por qué, bien por el simple hecho que la temperatura y la humedad puede afectar a esta bebida tan amado por muchos.
Tan fundamental es elegir un buen café a la hora de comprarlo como, después, saber conservarlo para que no pierda ninguna de sus propiedades como pueden ser el aroma o el sabor.
¿Cómo conservar el café?
La mejor opción para consumir un café perfecto es comprar los granos y molerlos en el momento justo en el que se va a consumir. Sin embargo, por falta de tiempo, lo más normal es comprar el café ya molido.
Para guardarlo, normalmente se almacena en el empaquetado o el frasco de cristal en el que viene por defecto y, además, se guarda en el mueble de cocina, estantería o despensa. Sin embargo, esto es un error.
A la hora de conservar el café, hay un factor muy importante: la temperatura. El café hay que guardarlo en un lugar fresco y seco, ya que a altas temperaturas facilitan la oxidación y la pérdida de aromas. Así, el mueble de la cocina no es un lugar adecuado, ya que cuando se cocina en esta estancia, asciende la temperatura ambiente, menciona el portal español 20 Minutos.
El lugar más correcto es la heladera, pero no se puede guardar de cualquier manera, ya que la humedad también podría hacer cambiar las condiciones idóneas del producto. La mejor forma para conservar el café es meterlo en la heladera, pero dentro de un frasco hermético.