- octubre 14, 2021
Probamos todo tipo de dietas para mantenernos en forma, pero luego de un tiempo volvemos a caer en nuestros viejos hábitos.
Los primeros días de una dieta son fáciles, pero al cabo de un tiempo resulta difícil mantenerlo. Esto se debe a que la hormona del hambre, la grelina, se vuelve más activa.
La pared del estomago emite esta hormona cuando está vacía. Esto envía una señal a tu cerebro de que tienes hambre. Así que ceñirse rígidamente a una dieta no suele funcionar a largo plazo.
Las verduras primero
Antes de cada comida, come una ración de verduras. Una ensalada para cenar o un puñado de zanahoria para comer. De este modo, obtendrás buenos nutrientes y te sentirás más llena.
También podés añadir verduras a una comida. Por ejemplo, lechuga y pepino en una sándwich. De esta forma, lo convertirás en un hábito y apenas notarás que estás comiendo más verduras.
Centrarse en el panorama general
Comer más sano es un estilo de vida. A diferencia de las dietas, que a menudo sólo se cumplen durante un corto período de tiempo. Un estilo de vida debe ser viable.
Una comida poco saludable no va a arruinar todo tu duro trabajo. Así que no seas demasiado estricto. Escucha lo que tu cuerpo necesita. Y aliméntalo con productos buenos y saludables.
Fuente: Harper’s Bazar España.