Claves para una dieta saludable en verano

El verano es la estación perfecta para disfrutar de alimentos frescos, ligeros y nutritivos. Con el aumento de las temperaturas, el cuerpo necesita adaptarse a los cambios climáticos, lo que hace esencial elegir adecuadamente los alimentos que consumimos.

En esta temporada, la hidratación es clave. Frutas como sandía, melón, naranjas y fresas, con alto contenido de agua, son ideales para mantener el cuerpo fresco y prevenir la deshidratación. Además, estas frutas son ricas en vitaminas y antioxidantes, fundamentales para proteger la piel de los daños solares.

Las ensaladas son una excelente opción para las comidas principales, ya que permiten combinar vegetales frescos como lechuga, pepino, tomate y zanahoria, que aportan fibra, vitaminas y minerales esenciales. Para equilibrar el plato, se pueden añadir proteínas ligeras como pollo, atún, huevo o legumbres, y grasas saludables como el aguacate o los frutos secos.

Evitar los alimentos pesados y grasosos es fundamental para prevenir la sensación de pesadez y calor extremo. Las comidas fritas pueden sustituirse por opciones al vapor, a la parrilla o al horno, que son más fáciles de digerir en esta época.

Los helados y bebidas azucaradas suelen ser populares en verano, pero es recomendable optar por alternativas más saludables, como helados caseros a base de frutas o infusiones frías sin azúcar añadida.

Finalmente, recuerda que las porciones pequeñas y frecuentes ayudan a mantener la energía y evitar la somnolencia típica de las altas temperaturas.

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