Hotel La Misión, ¡inolvidable!

  • Un espacio único para la noche de bodas, la primera del resto de tu vida.

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    Por Denise Hutter

    “Bienvenida al primer día del resto de tu vida”, leí al entrar a un hotel frente al cual paso todos los días, pero en el cual nunca había tenido el placer de hospedarme. El lugar: “La Misión”. Mi misión: disfrutar de sus instalaciones todo un fin de semana, recibiendo el trato de una novia que elige el lugar para su noche de bodas. La tarea sonaba placentera pero no imaginé hasta qué punto lo sería. Y “el primer día del resto de mi vida” comenzó.

    Mientras hacía el check in se me acercó una chica joven de sonrisa contagiosa y se presentó. Era Jazmín Mora, la responsable de acompañar a las novias durante su hospedaje y asegurarse que no les falte nada. Como el objetivo era hacerme sentir una de ellas, me sumó a su lista de mimadas del día y me trató como a una reina.

    Denise llegando a La Misión.

    Denise llegando a La Misión.

    Primero me mostró la habitación donde me hospedaría. Grande fue mi sorpresa cuando al abrir la puerta, en lugar de tropezar con la cama, me encontré con una sala para 6 personas ideal para las novias que invitan a sus amigas más cercanas a prepararse con ella para el gran día. Una cocina enorme, un baño espacioso y una cama -que aún extraño- completaban la habitación decorada de manera moderna en tonos blancos y azules.

    Mientras recorría el cuarto, Jazmín me contó que a esta altura del año La Misión hospeda en promedio a unas 10 novias por fin de semana, y que ella se encarga de que lleguen relajadas y tranquilas al altar. También tiene anécdotas. “Una vez, terminando de prepararse para ir a la iglesia, una huésped me llamó llorando porque se le habían corrido las medias e inmediatamente fui al shopping a comprarle otro par”, me contó sonriendo. También relató algunas historias de amor bellísimas que conoció gracias a su trabajo, y me invitó a pasar por el cuarto de una novia que en ese momento se estaba preparando para la gran noche. –“Estará nerviosa, ¿no la molestaremos?”, pregunté. Y me respondió que en La Misión no hay novias nerviosas, porque el simple hecho de estar allí las relaja. Eso lo comprobé al conocer a Cinthia Ventre.

    Un lecho especial, acorde a la noche especial.

    Un lecho especial, acorde a la noche especial.

    Cuando entramos a su habitación la encontramos disfrutando una copa de champagne con su madre, dos amigas y la maquilladora. Al vernos empezó a dar saltitos de emoción, nunca –en serio– vi a una novia más feliz. Me contó que un año atrás su novio la invitó a cenar en la terraza del hotel, sin que ella imaginara que el objetivo de esa cena romántica era pedirle matrimonio. Tan lindo recuerdo hizo que eligieron ese lugar para pasar su noche de bodas. Mientras hablaba a su mamá se le llenaban los ojos de lágrimas de felicidad. Tras cuatro años de noviazgo y uno de compromiso esa noche llegaba el momento más esperado por ambos y ella se estaba preparando como correspondía: con calma y felicidad.

    Después de visitar a Cinthia decidí comenzar yo misma con el ritual de relajación de toda novia y fui al spa. Luego de disfrutar del jacuzzi y el sauna y darme una ducha, me recibieron las manos mágicas de Gladys Espínola; con sus masajes me hizo notar lo contracturada que estaba y me sacó de encima el peso de varias semanas de intenso trabajo. Al volver al cuarto, me sentía como recién llegada de unas mini vacaciones, y eso se acentuó cuando me acercaron un jugo de naranja y un plato de frutas frescas para merendar en la cama.

    Los detalles están cuidados en todos sus aspectos.

    Los detalles están cuidados en todos sus aspectos.

    A esa altura me sentía una novia más, y como tal invité a mis amigas a pasar la tarde allí. Nos pusimos al día charlando en las áreas comunes con sofás, mesitas y gran cantidad de libros y revistas que hay en cada piso del hotel, y luego bajamos al lobby a mirar a las novias fotografiarse antes de partir rumbo a la iglesia. Sobre la alfombra roja, colocada especialmente para ellas, miraban a la cámara sonrientes, brindaban con champagne y recibían las felicitaciones de los huéspedes. Una de ellas incluso nos invitó a conocer la suite presidencial: la habitación más importante del hotel es elegida por las parejas más exigentes para pasar una noche de película. El hospedaje en ese cuarto con balcón privado, jacuzzi, foyer, living, comedor, cocina y demás comodidades, incluye emotivos obsequios para la pareja que hacen de la experiencia algo aún más memorable. Tras conocer esa suite no quedó duda en mis amigas ni en mí: cuando llegue el momento del casorio, nuestra noche de boda será allí.

    Luego de la tarde de relax con amigas, cayó la noche y llegó el momento del romance. Una mesa para dos me aguardaba en el restaurante del hotel, donde un arpista interpretaba bellísimos temas nacionales e internacionales para el deleite de todos. Elegir el menú no fue fácil: todo se veía delicioso. Finalmente optamos por una entrada de langostinos, salmón apanado en tres semillas y surubí al limón como platos de fondo, y de postre dos exquisitas tortas de chocolate con helado. Brindando con champagne llegaba el final de una noche perfecta en un perfecto lugar.

    A la mañana siguiente bajé a desayunar y encontré a Jazmín con la misma sonrisa del día anterior: todas las novias mimadas de la lista, ya convertidas en “señoras de”, disfrutaban del desayuno en sus cuartos o en el lobby del hotel. Algunas se disponían a pasar su primer día de casadas en la piscina de la terraza, otras recurrirían nuevamente a los masajes de Gladys y unas cuantas descansarían antes de partir a su luna de miel. Pero todas compartían un mismo sentimiento: el primer día del resto de sus vidas había sido inolvidable. Por mi parte, aún no hay planes de casamiento… pero después del fin de semana que pasé, no dudaré a la hora de organizar mi noche de bodas en La Misión.

    Comodidad al extremo en la cama nupcial.

    Comodidad al extremo en la cama nupcial.

     

     

    Para descontracturar el cuerpo y relajarse para esas horas cumbres, nada mejor que el spa.

    Para descontracturar el cuerpo y relajarse para esas horas cumbres, nada mejor que el spa.

     

    Unos minutos en el sauna recomponen hasta el físico más agotado.

    Unos minutos en el sauna recomponen hasta el físico más agotado.

     

    Cada fin de semana, al menos una decena de novias elige La Misión para su noche de bodas.

    Cada fin de semana, al menos una decena de novias elige La Misión para su noche de bodas.

     

    Unas tomas fotográficas que perpetuarán 'el primer día del resto de tu vida'.

    Unas tomas fotográficas que perpetuarán ‘el primer día del resto de tu vida’.

     

    Fotografías: Nathalia Ruiz Díaz
    Agradecimientos: Peluquería Raio Bemba

     

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