- enero 8, 2014
Detrás de dos de estas aplicaciones -iMisa y Rezar en el Metro- se encuentra el sacerdote español José Pedro Manglano, quien diseñó otras como iNavidad, iMaria o iPasion.
El Vaticano también ha lanzado The Pope App, una aplicación con la que seguir las intervenciones del Papa y programar alertas para el comienzo de los eventos del pontífice.
Para Manglano, iMisa ha supuesto una revolución dentro de la Iglesia española y estadounidense: permite a los usuarios «acercarse mejor» al significado de la eucaristía a través de una «misa virtual» que explica los sacramentos paso a paso.
Rezar en el Metro, que comenzó siendo un podcast, alcanzó «medio millón de descargas» en menos de un año y es una selección de oraciones grabadas con las que los fieles pueden rezar durante sus trayectos en transporte público.
«Ahora mismo entre los jóvenes el recurso más habitual es la electrónica» y por lo tanto una manera mejor de acercarles a Dios, dijo Manglano.
La mejoría con respecto a medios más tradicionales de oración está en la «intereactuación», ya que la oración es más completa gracias al sonido y a los vídeos. Sin embargo, aclara que no son excluyentes «sino que se complementan».
Manglano no es el único católico que se ha sumado a la ‘generación app’. Pablo Romeu -profesor español de ingeniería informática- es otro desarrollador de aplicaciones religiosas (Rosario Pro, Angelus Pro) que facilitan la oración.
Este profesor contó a Efe que la idea comenzó «como una broma» cuando unos amigos sacerdotes se lo propusieron y en poco tiempo alcanzó las 100.000 descargas y 50.000 usuarios diarios.
Salterio, una de las aplicaciones desarrolladas por Romeu, permite a los católicos acceder a todos los contenidos de la «Liturgia de las horas» para poder rezar «en cualquier momento y en cualquier lugar.»
Estas aplicaciones tienen mucho tirón «entre los sacerdotes más jóvenes», aunque algunos de los más mayores también se han sumado a esta nueva forma de rezar.
Ambos desarrolladores dicen que han pensado en sacar nuevas aplicaciones en el futuro. José Pedro Manglano, por ejemplo, lanzará a finales de febrero iViaCrucis y Pablo Romeu tiene en mente lanzar un santoral para «ayudar a la gente a encontrar la historia de su nombre.»
Las aplicaciones religiosas se multiplican en todo el mundo. ConfessionApp, por ejemplo, es una aplicación que ayuda a los católicos a preparar el sacramento de la confesión con un «personalizador» del examen de conciencia en base a la edad, sexo, y vocación de cada usuario.
EFE/Alberto Ortiz Jiménez.