- abril 22, 2013
SimSimi y su equivalente chino Xiaohuangji (pollito amarillo) han arrasado en los mercados prestando el oído a los adolescentes asiáticos.
Un pequeño pollo amarillo se ha convertido en algunos países asiáticos en el amigo virtual a quienes los jóvenes cuentan sus confidencias.
Se llama Xiaohuangji (que en chino quiere decir literalmente pequeño pollo amarillo) y acompaña día y noche en los celulares.
La aplicación móvil, que cada vez tiene más adeptos en China, tiene su origen en una aplicación desarrollada en Corea del Sur en 2002 llamada SimSimi. El pollito amarillo es un chat que interactúa con el usuario y responde automáticamente a lo que se le pregunta.
El usuario tiene «línea directa» con la base de datos, por lo que habla simplemente con una aplicación que contesta de forma programada. Puede resultar desolador pensar que no hay nadie al otro lado del teléfono y que finalmente hablamos con nosotros mismos.
Sin embargo, SimSimi, o su versión china Xiaoguangji, se ganan la simpatía del joven usuario al contestar al instante a las preguntas de sus usuarios o al reaccionar ante un estado de ánimo.
¿Soledad o nuevas experiencias?
Aunque algunos pudieran pensar que estaríamos llegando al extremo al hablar con nosotros mismos, el profesor Michel Hockx, del departamento de lengua y cultura china de la Universidad SOAS en Londres (Escuela de Estudios Orientales y Africanos por sus siglas en inglés), cree que se trata de que los jóvenes chinos buscan nuevas experiencias.
«La tecnología forma parte de su día a día y su entendimiento de la red es muy parecido al nuestro: tienen Twitter y Facebook (allí Weiboo y RenRen) al que están todo el día conectados», asegura Hockx. «Este tipo de aplicaciones sólo es una más entre muchas, que tratan de indagar en nuevas formas de interacción o entretenimiento en la red».
Para el profesor Hockx, este auge de una aplicación tan peculiar que podría llegar a ser una forma de desahogo para muchos, no se trata, en general, de que los jóvenes en China se sientan solos. Aunque la política del hijo único pudiera haber privado a los jóvenes chinos de hermanos con quienes compartir las confidencias y preocupaciones de su misma generación, Hockx asegura que los jóvenes chinos «están muy bien conectados».
Para este profesor, los lazos familiares son fuertes. «No sólo entre padres e hijos, sino también entre primos e incluso amigos».
Por este lado, sin embargo, Hockx hace hincapié en el abismo generacional entre los jóvenes y sus padres y abuelos y la incomprensión entre éstos. «Llevan una vida muy diferente. Hay una gran diferencia entre los jóvenes y sus abuelos que son, generalmente, quienes les han criado mientras los padres trabajaban».
«En ese sentido, se ven reflejadas dos maneras de vivir: la China pobre y la China del boom económico. El salto generacional es más notable que en esta parte del mundo (Reino Unido)», agrega.
El profesor de la Universidad de Londres incide más en el papel activo y creativo de los jóvenes en las redes sociales y su capacidad para estar siempre conectados y a la última.
Lenguaje inapropiado
Algunas veces, SimSimi consigue despertar los instintos más gamberros de sus usuarios.
La aplicación advierte antes de comenzar a usarlo de que puede herir la sensibilidad del usuario con frases ofensivas que pueden ser muy fuertes para quien lo recibe. Y que no se responsabiliza de los posibles daños que pueda causar la aplicación.
Es común que el pollito amarillo a veces conteste de forma maleducada. Aprende de las conversaciones e imita el comportamiento de quien le escribe.
Y es responsabilidad de cada uno enseñarle a no hacerlo, sustituyendo las groserías por palabras más apropiadas.
El pequeño pollo aprende poco a poco de las conversaciones y, aunque todavía trastabilla a veces en español, puede sorprender con un «si tú me dices ven conmigo, lo dejo todo».
Fuente: www.bbc.co.uk