Toda relación amorosa pasa por dificultades que en algún momento. ¿Cómo detectar cuando va por buen camino?. En la nota te contamos.
Reír con a la pareja, reconocer los errores y perdonarse son solo algunas de las señales que demuestran que la relación amorosa va por buen camino. Pero si te parece que no se están cumpliendo con estos requisitos debes considerar romper o, de ser posible, rescatarla si consideras.
Señales que todo está bien:
1. El perdón: si ambos son capaces de perdonarse cuando uno hace algo mal, la relación se hará más fuerte. Si se perdonan y guardan rencor, o constantemente se recuerdan los errores que cometieron, entonces los conflictos irán en aumento hasta posiblemente desintegrar la relación.
2. Reconocer sus errores: recordá que es la actitud más importante, sobre todo reconocer que nadie es perfecto. Si vos lo cometés, también tu pareja lo hará. Utilizá este tropiezo para aprender de ellos, para corregirse y mejorar como persona y como relación.
Cuando haya un conflicto aceptá si es que te equivocaste. Reconocer los errores y ser capaces de pedir perdón cuando se hacen las cosas mal es algo que definitivamente ayuda a mantener una buena relación de pareja.
3. Te reís con tu pareja: en todo tipo de relaciones, la risa es saludable. Si de vez en cuando son capaces de reír juntos, es una señal que la relación va por buen camino y que ambos se sienten cómodos el uno con el otro. Si te das cuenta que este hábito no es común entre ustedes intentá reír en pareja, de ser posible al menos una vez por día, puede ser a través de un juego, una película cómica, una conversación sobre algo que resulte graciosa.
4. Respeto mutuo: cuando se falta el respeto a la persona que se ama, algo está fallando claramente. Pero en cambio, el saber respetarse aun en las diferencias es algo que demuestra lo fuerte que es la relación que los une. El respeto es algo indispensable para toda buena relación y por lo tanto un excelente indicativo de si la relación es saludable o no.
5. Confianza: es el principal indicativo de que se está en una relación de pareja sana y que se puede confiar el uno en el otro. Cuando hay desconfianza o se recupera (a veces demasiado difícil) o se acaba destruyendo la relación.
Si existe la desconfianza, es muy difícil sostener la relación. Por ejemplo: puede suceder que tu pareja durante varios días seguidos esté llegando tarde del trabajo.
Si estás desconfiando cada vez que llega tarde la situación se volverá tensa e insana para los dos. A veces puede que haya trabajo extra para hacer y no tiene por qué ser mentira y provocar desconfianza. Aunque es importante decir que si en algún momento tu pareja te fue infiel esta confianza es más difícil de recuperar y puede recibir desconfianza incluso cuando no está haciendo nada malo.
Sin duda es una situación incómoda y puede acabar por romper la pareja. Se debe tener cuidado de no estar desconfiando ya que este mal es destructora.