- abril 3, 2014
Las caricias son el principal estímulo para que el hipotálamo libere una de las hormonas más interesantes de nuestro organismo, la oxitocina.
La oxitocina es un «pegamento social», la hormona de los vínculos y de la felicidad. Ella estimula el acercamiento y la confianza, según un artículo de Denise Tempone en la Revista Ohlala.
«Además de lo estrictamente biológico, diversas disciplinas, como el shiatsu y el tantra, se refieren a las caricias como un intercambio de energía muy poderoso con el otro. Su práctica requiere confianza, esfuerzo (dar masajes es una actividad física) y mindfulness , el estado meditativo . Además, el que recibe también da», añade.
¿Qué aceites usar?
Si bien no es indispensable, incorporar una crema o un aceite hace la experiencia más placentera. Los aceites naturales más afrodisíacos son los siguientes, en este orden: rosa y jazmín, ylang-ylang, patchuli, cedro, vetiver, jengibre, salvia romana, nerolí y madera de sándalo.
¿Cómo?
No los uses puros, diluilos en aceite vegetal. Derramalo sobre tus manos (no sobre su cuerpo) y calentalo frotándolas antes de tocarlo.
Recordá que estos aceites pueden dañar el preservativo. Si vas a usar uno, elegí mejor una crema a base de agua con un aroma suave.