- abril 15, 2013
“Una esposa feliz es igual a un matrimonio feliz. Para todo lo demás, existe una Escuela para Esposas, Wife shool”. Esta es la propuesta de un sitio web del Reino Unido que consiste en una escuela online de atención personalizada para mujeres que desean ser la esposa perfecta y prevenir la infidelidad de sus maridos.
Sarah J Symonds es la tutora de las clases. Ella es autora del libro Having an affair? (¿Teniendo una aventura?), que consiste en una especie de manual para mujeres que son amantes de los casados.
“También es analista sobre asuntos de infidelidad y fundadora de Mistresses Anonymous (Amantes Anónimas). Ha ayudado a miles de mujeres en todo el mundo a dejar ese estilo de vida que llamaríamos «ser la otra mujer”, y ahora con La Escuela de la Esposa ha cambiado el enfoque hacia las consortes”, según la describe Venus O´Hara en el su blog del periódico El País.
“A pesar de no haber contraído matrimonio nunca, entiende muy bien las necesidades y los deseos de los hombres casados, gracias a sus propias experiencias como amante en el pasado. Según dice, la clave de un compromiso feliz e interesante es pensar como una amante y no como «la mujer de»”, añade.
Venus O´Hara hace un resumen de la guía para ser buena esposa en su blog:
- Ser la misma persona con la que se casó. Se casó contigo por una razón, él te ama, así que asegúrate de no convertirte en otra mujer tan pronto como has comido el pastel de ¡bodas!
- Sigue siendo guapa. No subas de peso después de “acomodarte” con él, y vístete bien. Tener un buen aspecto te ayudará a sentirte mejor, además de hacer que tu marido sólo tenga ojos para ti.
- Escúchalo y estate atenta. Muestra interés por él y por su día a día. Asegúrate de permanecer despierta hasta tarde para pasar tiempo con él después de un día duro. Incluso si estás cansada. Pregúntale cómo ha sido su trabajo o actividades, antes de contarle tus problemas (pero no demasiados).
- Cuida la comunicación, es un arte. coquetea con él durante todo el día, ya sea a través de mensajes, correo electrónico, teléfono (esto es lo que todas las amantes hacen con sus maridos). Hay que ser divertida y una amante de lo nuevo. ¡No le regañes! En última instancia tienes que hacer que QUIERA volver a casa para estar contigo, no que TENGA que volver.
- Tener intimidad con tu marido todos los días. Preferiblemente intimidad sexual, sí. Incluso cuando no te apetece, hay otras cosas que puedes hacer. Si no te acuestas con tu marido, te garantizo que ¡otra acabará haciéndolo! Incluso un abrazo o un beso serán bienvenidos si no tienes ganas de sexo, pero algún tipo de intimidad es esencial.
- Pon más amistad en tu romance. Relájate en el lado romántico de tu matrimonio. Considera a tu hombre como tu mejor amigo, así como tu amante. De esta manera puedes realmente ser tu misma y estar relajada a su alrededor, igual que harías con los buenos amigos.
- Acaricia su ego, y otras partes de su cuerpo. Los hombres quieren sentirse como hombres. Quieren sentirse necesitados y deseados. Dile lo mucho que lo aprecias, sobre todo cuando hace algo bien. Hazle saber que lo respetas como hombre. Y tocale. Sé táctil con él.
- Se sexy. Si te gusta llevar chandal, asegurate de cambiar la ropa antes de que vuelva a casa después del trabajo. Ponte algo sexy. Ah, y no olvides de depilarte las piernas y otras partes.
- Crea ambiente. Crea un ambiente que él vaya a disfrutar cuando llegue a casa. Iluminación tenue, velas perfumadas y música. Tal vez un baño caliente y un vaso de vino para disfrutar juntos. Esconde los juguetes de los niños, y cualquier otro detalle que implique descuido o desorden.
- Organiza bien tu tiempo. Nunca dejes que los niños sean toda tu vida. Lo único que conseguiras es alejar a tu marido de tí. Trata de manejar tu tiempo de forma sabia para que cuando os encontréis en casa, tengas tiempo para él. Las parejas que no comen juntas o que no pasan la noche juntas generalmente se distancian. No permitas que se aleje o que se sienta solo, sin querer estarás creando espacio para otra en su vida.
- Cocina. Pasa menos tiempo en la cocina y más tiempo en la habitación, ya que el camino al corazón de un hombre no es a través del estómago, en realidad ¡es más por debajo del cinturón! Una comida caliente agradable no requiere horas de esclavitud. Hay que ser aventurera en lo gastronómico, si es que te ocupas tú, pero más aún en el dormitorio.
- Mantén tu propia identidad. NUNCA seas una alfombra para tu marido. Tienes que ser una mujer fuerte, y hazle saber que si alguna vez te maltrata o te engaña, no lo vas a tolerar. Enséñale que te tiene que respetar y que te perderá si te engaña. Además, ten tu propia vida y tus propios intereses, para que seas mucho más que sólo «una esposa». De lo contrario, no tendrás nada que contarle o no podrás sorprenderle. Deberías estar dispuesta a trabajar para una relación, pero nunca sufrir por ella.
Y después de leer todo esto, ¿estás dispuesta a ser buena esposa?