- abril 24, 2013
La Universidad Estatal de Nueva York concluyó mediante una investigación realizada, que la práctica del sexo oral no sólo es buena para la salud general de las mujeres, sino que, además, ¡nos hace felices!
¿Y esto a qué se debe? Pues bien, de acuerdo a los resultados, el semen -además de espermatozoides- contiene sustancias antidepresivas como la serotonina y la tirotropina (una hormona que tiene la misma función) y la melatonina, un agente de inducción al sueño. Como si esto no fuera suficiente, su composición incluye, además, químicos como la oxitocina, el cortisol y la estrona que levantan el estado de ánimo general y mejoran el desempeño cognitivo.
El estudio se llevó a cabo sobre un grupo de 293 mujeres que expuso, en detalle, las características de su vida sexual. Las conclusiones generales también fueron contundentes: aquellas que tienen relaciones sexuales regulares y frecuentes, y tienen contacto directo con el fluido seminal, son menos depresivas, más saludables, más felices y tienen mejores resultados en evaluaciones del nivel de desarrollo intelectual.
Felicidad para la pareja
«La fellatio (sexo oral de la mujer hacia el hombre) es una de las actividades predilectas, quizás la más erotizante, para la gran mayoría de los varones. Según el informe Kinsey, sólo el 1 al 3 % de ellos dice que la idea de recibir sexo oral les disgusta», afirma la doctora Victoria Alfaro, médica acreditada en sexología clínica y diplomada en salud sexual. Es, en definitiva, algo esencial para el encuentro erótico y debe resultar placentero para ambos miembros de la pareja.
A ellos les encanta hacerlo y que se lo hagan. A nosotras, nos gusta un poco menos. La clave está en aprender a disfrutar haciéndolo. Pero, «hacerlo bien tiene dos secretos», explica Paola Kullock en su libro «Al sexo ponele ganas», de Ed. Aguilar. «El primero es el entusiasmo: si a vos te gusta practicarle sexo oral, seguro que sos buena haciéndolo. La mayoría de nosotras lo hace bien “de vez en cuando”, cuando somos “gauchitas”, pero si sacaran eso del “combo”, no lo extrañaríamos. El segundo es algo más “técnico”: la respiración. Hay que inhalar y exhalar por la nariz, de esa manera evitamos atragantarnos y que nos den arcadas. Es la misma respiración que practicamos en las clases de canto, pilates o yoga», detalla la directora de Escuela de sexo.
Fuente: www.entremujeres.com