- enero 20, 2020
Según un estudio sólo bastan diez segundos para trasferir esa cantidad de bacterias. ¿Pero quién quiere rechazar un buen beso hoy en día?
Cuando una pareja se da un beso apasionado, cada uno transfiere ochenta millones de bacterias a la boca del otro, según un estudio de la Organización de Investigación Científica Aplicada (TNO) de Holanda.
Los investigadores han comprobado que el tipo de bacterias que viven en la boca suele ser más similar entre novios que entre personas que no tienen relación entre ellas. Y que, cuanto más se besa una pareja, más similar es la composición de la microbiota de su saliva.
Esta afinidad se debe en parte a que las dos personas de una pareja suelen tener un estilo de vida similar, con una dieta parecida y a menudo unos mismos hábitos de higiene bucal. Pero también a que modifican la población bacteriana de la boca del otro con cada beso.
“El contacto boca a boca se ha observado en una gran variedad de animales”, afirman los investigadores en la revista Microbiome, donde han presentado sus resultados. “Pero los besos con contacto completo de las lenguas e intercambio de saliva parecen ser una conducta de cortejo exclusiva de la humanidad y es común en más del 90% de las culturas”.
En un estudio realizado en el zoo de Amsterdam (Holanda), los investigadores abordaron a parejas que se estaban besando y les pidieron ayuda para un proyecto científico. Les propusieron que uno de los dos tomara un yogur probiótico y que después se volvieran a besar. Dado que el yogur contiene abundantes bacterias de los géneros Lactobacillus y Bifidobacterium, que son minoritarios en la boca, esto permitiría calcular cuántas bacterias se intercambian en un beso.
Un total de 21 parejas accedieron a tan extraña petición (diecinueve heterosexuales, una de hombres y una de mujeres). Los resultados revelan que un beso de diez segundos supone un intercambio de 160 millones de bacterias (80 millones en cada sentido). Esta cifra es relativamente baja comparada con el número total de bacterias que hay en la saliva de una persona y que, según los investigadores, asciende a unos 1.200 millones.
El estudio se completó con una encuesta en que se preguntó a las parejas sobre la frecuencia con que se daban “besos íntimos”. Las respuestas revelaron que, a partir de nueve besos al día, la composición de la microbiota de la saliva es prácticamente idéntica en una pareja.
Una última observación curiosa es que, en tres de cada cuatro parejas, el hombre dijo que se besaban con más frecuencia que la mujer. Los hombres declararon una media de diez besos al día y las mujeres, de cinco. Los investigadores atribuyen la discrepancia a la tendencia masculina, observada en estudios anteriores, a exagerar su actividad amorosa. Una explicación complementaria podría ser que algunos hombres califican como “besos íntimos” interacciones que, para algunas mujeres, no son dignas de tal título.