- enero 28, 2014
Frutas y verduras frescas, ensaladas y mucho líquido deben formar parte de la alimentación diaria en los días de alta temperatura para tener un cuerpo hidratado y los organismos funcionando al máximo.
Para mantener al organismo saludable, en buen funcionamiento y estar con energía todo el día, la doctora Tania Paiva, coordinadora de educación del Programa Nacional de Diabetes, recomienda optar por el consumo de verduras frescas y frutas de estación como alimentos principales según el sitio del Ministerio de Salud.
La razón principal de elegir verduras y frutas frescas, es que aportan vitaminas, minerales y fibras, nutrientes necesarios para el cuerpo.La Organización Mundial de la Salud indica la ingesta diaria de al menos 5 porciones de éstos alimentos: 3 de frutas y 2 de verduras o viceversa.
La sugerencia es consumir las verduras crudas, en ensaladas y las frutas de estación como media mañana, postre o en jugo, que son también una opción. Tomar un vaso de jugo equivale a consumir una porción de fruta.
¡Tomar jugo, pero cuidado con el azúcar!
Paiva afirma que a la hora de aplacar la sed, lo mejor es beber agua. Recomienda no ingerir jugo en lugar de agua, puesto que el zumo de jugo contiene sacarosa y su ingesta a libre demanda podría llevar a un aumento de peso. Como antioxidante el zumo de zanahoria y tomate es lo recomendable.
“Lo ideal es mantener el cuerpo con un peso saludable”, asegura, porque la obesidad puede acarrear, aumento de presión arterial (hipertensión), diabetes y problemas cardiovasculares.
Como fruta se recomienda la sandia: quita la sed, diurético y desintoxicante; optimo integrador de vitaminas –en particular la vitamina C y por eso es un óptimo sustituto de los cítricos- y de las sales minerales que perdemos con el sudor.
El melón puede ser consumido como entremés, favorece la disolución de jugos gástricos. Aporta una buena dosis de energía, con un aporte calórico insignificante; tiene un notable contenido de vitaminas, en particular la B y la C, y de proteínas.
Además se recomienda consumir yogur y quesos frescos -no fermentados-, alimentos útiles para prevenir los disturbios intestinales del calor: un consejo clásico “mozzarela y tomate”.
Durante las épocas de calor se recomienda no ingerir comidas muy elaboradas, ni con demasiado picantes, ya que estas serán más difíciles de digerir.