- marzo 22, 2014
A lo largo de los años hemos aprendido a sobreprotegernos en lo físico, sin tener en cuenta la importancia de lo emocional. Sin embargo, lo físico, lo emocional y lo mental van unidos. Elsa Punset, autora del libro, “El mundo en tus manos” nos enseña cómo trabajar y gestionar estos dos conceptos a la vez para alcanzar la felicidad
El planteamiento del libro es que las personas puedan transformar los hábitos mentales y sociales para “mejorar muchos aspectos de nuestra vida, viviendo de acuerdo a nuestras pasiones y habilidades”, ha explicado.
Tengo 1.000 amigos en facebook, pero ninguno me puede dar un abrazo. La soledad es la carencia de intimidad. Así que, sentirse solo indica que necesitas recuperar conexiones e intimidad con los demás. Esto tiene mucho que ver con la calidad que con la cantidad de relaciones que te rodean.
Punset ha afirmado que “la soledad mata tanto como el tabaco”. Un claro ejemplo que corrobora dicha afirmación aparece en los años ochenta cuando brotó la epidemia de sida en Estados Unidos, “los homosexuales que tenían más miedo al rechazo de los demás, morían entre tres y dos antes que los demás enfermos”.
Este es el mensaje que nos está trasmitiendo la epidemia actual de soledad y depresión: necesitamos centrarnos en nuestros vínculos sociales.El impacto de la soledad no es solo emocional, sino también es genético y físico, es decir, “el estrés emocional causa estrés físico, por lo que el miedo al rechazo por los demás nos puede matar”, ha aclarado.
¿Y las redes sociales? ¿No iban a salvarnos de la soledad?
La paradoja de internet es que trasladamos nuestra forma de comunicarnos a la red, esto hace que se pierda el contacto físico con el otro, y por tanto cuesta mucho más empatizar. Una conexión no es un vínculo verdadero.
¿Por qué los demás nos importan tanto?
Este ejemplar nos ayuda a descubrir las razones principales por las que necesitamos amor y la aceptación de los demás para sentirnos bien. Estamos individualmente dotados para inventar, crear, transformar, pero nuestra capacidad para inventar y transformar se dispara cuando nos juntamos para pensar colectivamente. Por ello somos una especie eminentemente social y, por tanto, interdependiente.
Según Punset, “estamos metidos de lleno en una revolución tecnológica cuyo impacto en nuestras vidas es al menos tan grande como fue la llegada de la agricultura o las tecnológicas; está cambiando el papel de las personas en el mundo”.
Tenemos la necesidad básica de estar conectados para sobrevivir y sentirnos protegidos por lo que el impacto de las personas que nos rodean es ineludible.
Cómo sobrevivir en la jungla humana
El filósofo y neurocientífico Joshua Greene sugiere que no estamos programados para dañar conscientemente a aquellos a quienes consideramos inocentes, pero cuando nos conviene somos maestros auto-convenciéndonos de que los demás no son inocentes. Esto entraña un complejo proceso de auto-justificación.
En general, respetamos y tratamos bien a quienes consideramos nuestros iguales, pero basta con negar a los demás su derecho a ser considerados iguales para que nuestro precepto ya no sea aplicable
Los grandes ámbitos y emociones morales son comunes a todos en todo el mundo. Sin embargo, diferimos en nuestra forma de priorizarlos y gestionarlos. Hay sociedades, como la nuestra, en las que se puede maltratar la tierra y venderla, pero en cambio no se puede hacer lo mismo a las mujeres o a los niños.
Esta podría ser la explicación de por qué la expresión de nuestro sentido moral varía tanto entre culturas, y sin embargo comparte tantas similitudes y temas recurrentes.
Además, Punset ha recordado que con gestos como pensar en qué cosas buenas hemos hecho a lo largo del día, “nos van a ayudar a entrenar la mente para fortalecer nuestra inteligencia social”. Cuando comprendamos lo que nos hace felices o infelices, “podremos tomar las riendas de nuestras decisiones morales económicas y sociales”.
Hoy en día la información, el conocimiento y los cambios hacen que sea mucho más sencillo tener el mundo en nuestras manos con todas sus oportunidades, ya que estamos consiguiendo recuperar poder decisión, ha afirmado
Nacida en Londres, Punset es licenciada en Filosofía y Letras. Actualmente dirige el Laboratorio de Aprendizaje Social y Emocional (LASE). Entre sus libros destaca “Una mochila para el universo”, que fue publicado en catorce países.EFE/ANA LÁZARO