- febrero 16, 2019
Los niños son muy propensos a sufrir enfermedades a causa de los ‘bichos’ que muchas veces no solo están en niños descoloridos sino que también en niños gorditos y robustos.
Síntomas
El síntoma más frecuentes es la picazón o comezón en la región anal, suele ser más fuerte por la noche. Puede producir irritabilidad, sueño intranquilo, pesadillas e incluso sonambulismo.
Suele picar también en el área de los genitales, que se irritan e inflaman por el rascado. Alguna vez también hay sobre infección de las pequeñas heridas que se hacen con las uñas. En las niñas pueden llegar a la vagina o a la uretra que da lugar a irritación vaginal con picor, flujo o menos veces, molestias al orinar.
Otros síntomas como dolor abdominal, falta de apetito, escasa ganancia de peso, cansancio, anemia, hiperactividad o rechinar de dientes (bruxismo) no son atribuibles a los oxiuros. En algunas personas, sobre todo adultos, pueden no dar ningún tipo de molestia.
Tratamiento
El tratamiento es simple y eficaz. Hay varios medicamentos que eliminan a los gusanos adultos con una sola dosis pero ninguno destruye los huevos. Estos pueden re-infectar al propio niño y a toda su familia.
Por esta razón se debe repetir una segunda dosis, dos semanas después y tratar a todos los convivientes en el hogar. La idea tan extendida de que las lombrices son muy difíciles de destruir es falsa. Es derivada de las frecuentes re-infecciones por las manos del propio enfermo o sus allegados. Recordá de seguir las dos dosis y trata a todos los miembros de la familia.
Las personas infectadas deben bañarse por las mañanas, con lo que se elimina una gran cantidad de huevos. Cambiar con frecuencia la ropa interior y las sabanas y fundas de la cama, esto reduce la contaminación y el riesgo de re-infección.
Los síntomas de irritación e incluso vulvitis (inflamación de la vulva), se alivian con baños de agua templada y una crema suave.
¿Pueden prevenirse las lombrices?
Hay una serie de medidas para evitar la repetición e incluso la infección inicial.
- Lavado de manos, sobre todo después de ir al baño, antes de comer y lo más a menudo posible. Llevar las uñas muy cortitas y limpias (asearlo con cepillo)
- Después del tratamiento farmacológico: lavar con agua caliente la ropa de cama y de baño que estuvo en contacto con el niño sin sacudirla antes, para que los huevos no pasen al aire y se depositen en superficies. No hace falta esterilizar juguetes ni demás objetos del colegio o del hogar; no se ha demostrado su eficacia.
- Usar pijamas cerrados para que no se rasquen y no pasen los huevos a las manos y a las ropas de cama.
- No hay por qué cambiar la dieta ni las actividades de su hijo si toma las medidas higiénicas recomendadas.
Por el alto grado de re-infección, el control se hace difícil en las guarderías y escuelas. En instituciones que son sobre todo cerradas, puede ser efectivo el tratamiento a la vez de todos los componentes y repetirlo a las 2 semanas.