El orégano, cuyo nombre científico es Origanum vulgare, posee varias propiedades medicinales, las cuales están dadas por los componentes de esta planta. El orégano es digestivo, lo cual quiere decir que estimula la función biliar facilitando la realización de los procesos digestivos en el organismo. Además posee propiedades carminativas, expectorantes y antiinflamatorias.
La planta de orégano posee propiedades medicinales de antioxidante y emenagogo. Debido a su composición, el orégano favorece la circulación sanguínea.
Los principales usos curativos del orégano son:
- Para la buena digestión: Debido a las propiedades digestivas, el orégano facilita la realización de los procesos de digestión. Por lo anterior es muy útil para tratar casos de estreñimiento. Además, debido a las funciones digestivas, el orégano protege el funcionamiento hepático.
- Contra la hinchazón del abdomen: El consumo de orégano ayuda a eliminar los gases acumulados en el tubo digestivo, esto se debe a la acción de sus componentes, principalmente la sustancia denominada timol. Debido a esta propiedad, el orégano es muy útil para tratar casos de flatulencia y meteorismo.
- Contra la tos: Los aceites esenciales del orégano son muy útiles para tratar casos de tos excesiva causada por resfriados, además es muy recomendable para tratar malestares en los bronquios en general, esto se debe a la propiedad expectorante que posee esta planta.
- ¡Adiós dolores menstruales! Los aceites esenciales del orégano sirven para tratar los síntomas premenstruales y además aligera los dolores ocasionados por la menstruación.
- Buena circulación: Los componentes que posee el orégano favorecen la circulación sanguínea, debido a esto es muy útil para prevenir la aparición de trombos y problemas cardíacos.
- Para llevar mejor la diabetes: Los médicos homeópatas recomiendan consumir té de orégano, porque permiten mantener el nivel del azúcar y favorece la circulación. Para eso, tenés que hervir dos cucharadas de orégano en una taza de agua durante 5 minutos. Es mejor hacerlo después de cada comida. Recuerdá comer cada 3 horas y comer sano. Sólo tenés que tomar una taza al día.
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