Vuelve el calor y el aumento de las temperaturas nos lleva a beber más líquido en distintas formas: desde agua y tereré a bebidas isotónicas como parte de un estilo de vida saludable pero que implica conocer sus límites.
El consumo de agua es necesario para seguir un estilo de vida saludable. Una persona sana debería consumir siempre entre un litro y dos al día, y sumar a los líquidos que aportan a este consumo como cualquier alimento que no sea sólido como los caldos, la leche, etc. Esto con la advertencia que nos hace el Dr. Gonzalo Ruiz-Esquide, afamado nutriólogo chileno quién señala que “hay que evitar los líquidos azucarados, porque claramente tomar dos litros de bebida diaria puede causar obesidad”.
Cuando se aproxima el verano muchas personas comienzan a tomar más agua con el fin de bajar de peso. El doctor Ruiz-Esquide asegura que es un mito y que “Una ingesta adecuada de líquido es parte de un estilo de alimentación saludable y en eso hay que mantenerse en los niveles razonables para cuerpos humanos sanos”.
De hecho, beber mucha agua también puede ser problemático, existe incluso un trastorno compulsivo llamado potomania, que es cuando las personas toman agua sin sentir sed, en grandes cantidades, llegando a ingerir entre 8 y 15 litros de agua diarios. Este trastorno si bien ocurre con escasa frecuencia, puede traer varias consecuencias tales como calambres, agotamiento y problemas más serios como arritmias cardíacas y problemas neurológicos.
Por ello hay que considerar que niveles mayores a 4 o 5 litros diarios de agua, pueden provocar alteraciones en la capacidad que tiene el riñón de mantener la composición del organismo en la sangre normal. El nutriólogo chileno nos señala que “El riñón es importante para mantener la composición de la sangre normal, para así filtrar la sangre, para que salgan las cosas que son malas y queden los nutrientes que son necesarios. Pero si uno obliga al riñón por periodos largos a eliminar cantidades excesivas de agua este puede perder su capacidad para mantener la composición sanguínea normal”, quien además explica que “en la sangre esto puede causar un trastorno que se llama hipocalemia que consiste en cantidades reducidas de potasio y también hiponatremia que es cantidades reducidas de sodio en la sangre”.
Una persona sana y joven puede ser capaz de tomar tres o cuatro litros de agua sin ningún problema. Es importante tomar atención cuando las personas sienten mucha sed, pues esto podría ser el síntoma de alguna enfermedad como la diabetes.
El doctor Ruiz-Esquide nos comenta que “las personas con enfermedades cardiacas y enfermedades renales tienen que conversar con su médico respecto a la cantidad de agua que deberían tomar”. Otro consejo importante para las personas de edad es que no deben confiarse en la sed para saber cuánto líquido tienen que tomar, porque en ocasiones pueden sentir menos sed y no toman agua y podrían sufrir una deshidratación.
Fuente: biut.cl