Estudios recientes mencionan que las verduras con un sabor amargo pueden combatir ciertos tipos de cáncer.
Los compuestos que contienen azufre (sulforafano) que dan a las verduras crucíferas ese sabor un poco amargo son también los que les aportan su poder para combatir el cáncer (de esófago, páncreas, próstata o melanoma), según estudios recientes. Y es que este compuesto puede inhibir la enzima histona desacetilasa (HDAC), involucrada en la progresión de las células cancerosas. Pero no solo es la rúcula, también el brócoli, la coliflor, los nabos o las coles también poseen esas propiedades, menciona el portal Muy Interesante.
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Osteoporosis
Diversas investigaciones han publicado que la baja ingesta de vitamina K ha sido asociada con un mayor riesgo de fractura ósea y la rúcula también contribuye a aportar nuestra dosis necesaria de calcio diario.
Diabetes
Las verduras de hoja verde como la rúcula contienen un antioxidante conocido como ácido alfa-lipoico que reduce los niveles de glucosa en sangre y aumenta la sensibilidad a la insulina en pacientes con diabetes.
Pérdida de peso
La rúcula posee muchos nutrientes con pocas calorías. Su ingesta ayuda a una mejor digestión; gracias a su alto contenido en fibra promueve el tránsito intestinal y también nos provoca sensación de saciedad, por lo que es muy buena para controlar el peso gracias a sus componente saludables.
Propiedades de la rúcula
De acuerdo con la Base de Datos de Nutrientes de Estados Unidos, la USDA, unos 40 gramos de rúcula tienen aproximadamente 10 calorías con: 1 gramo de proteína, 0,3 gramos de grasa y 1.5 gramos de carbohidratos (incluyendo 0,6 gramos de fibra y 0,8 gramos de azúcar). Así, tomar 40 gramos de rúcula al día nos proporcionarán el 20% de la vitamina A, más del 50% de la vitamina K y el 8% de vitamina C, ácido fólico y calcio que necesitamos en un día.