(EFE).- Un grupo de científicos argentinos y cubanos ha desarrollado la primera vacuna terapéutica contra el cáncer de pulmón, resultado de 18 años de trabajo y de la colaboración de un consorcio público-privado de investigación.
La vacuna no previene el tumor, pero promueve su destrucción mediante la activación del sistema inmune del propio organismo, informó hoy el Grupo Insud, participante en el proyecto
Bautizada como «Racotumomab», la vacuna fue probada en ensayos clínicos controlados y triplicó el porcentaje de enfermos que vivieron dos años después de su consumo, según la fuente.
La vacuna es resultado del trabajo de expertos del Instituto de Inmunología Molecular de La Habana y de científicos de reconocidas instituciones argentinas.
En conjunto, más de 90 especialistas trabajaron en la identificación de un antígeno y en el desarrollo de un anticuerpo monoclonal que «al inducir al cuerpo a reaccionar contra ese antígeno, ataca al tumor y sus metástasis, pero no al tejido normal», informó el laboratorio en un comunicado.
La vacuna está indicada para casos de cáncer avanzado o con metástasis, en enfermos que hayan recibido quimioterapia o radioterapia y que se encuentren estables.
La vacuna se administra a través de inyecciones intradérmicas y produce una potente respuesta del sistema inmunológico, agregó Daniel Alonso, director científico del Consorcio de Investigación y Desarrollo Innovador.
El objetivo de este tipo de terapias es «cambiar el paradigma en el tratamiento del cáncer» para mejorar la calidad de vida de los pacientes, explicó el doctor Hugo Sigman, del Grupo Insud y fundador del consorcio que desarrolló el medicamento.
El cáncer de pulmón, considerado uno de más letales del mundo, causa 1,4 millones de muertes al año, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Argentina es el primer país del mundo en el que estará disponible la vacuna, en julio próximo, aunque fue aprobada también en Cuba y se ha otorgado licencia para 25 países de América y Asia.
Los expertos trabajan ya en otros dos proyectos similares sobre el sarcoma de Kaposi, un agresivo cáncer de piel, y en el melanoma cutáneo.