Sufrís por lo que querés. Ahora, lo que querés, ¿es realmente lo que querés? ¿Sos realmente vos dueña de ese querer? ¿O fue la sociedad? ¿O lo que conviene? ¿O lo que te dijeron?
La Psicoterapeuta Romina Geli comenta a las lectoras de Ella los tres pasos que se deben de seguir para ser realmente feliz.
Si lo que querés es realmente lo que vos querés, conseguirlo se hace mucho más fácil. Sufrís, cuando lo que querés no es lo que vos querés, si no lo que crees que querés.
Sonreí. Es uno de los consejos de los expertos. Imagen:dichos.cc
Esa voz que viene de tu interior y que no se calla nunca, no sabe lo que querés, está repitiendo viejos patrones una y otra vez. Esa voz nos protege de cosas obvias como no tocar los tomacorrientes con las manos mojadas, no usar un celular de última generación en una línea de transporte a las 18.00, pero eso que querés en la vida, en esta única y maravillosa vida, no lo sabe.
La rutina y el sobrevivir nos va anestesiando lentamente, y esta voz es buenísima con la rutina, con el sobrevivir, con el mantenernos vivas pero está muy lejos de eso para lo que vale la pena estar viva, el deseo.
Y cuando te preguntas realmente ¿qué querés?, y al final crees que lo sabes, vuelve esa voz a decirte “no vas a poder, es una estupidez tu deseo”. Hace 150 años no existía la luz y hoy no concebimos la vida sin ella, hace 40 años Star treck la serie de ciencia ficción nos mostraba intercomunicadores portátiles como algo inalcanzable y hoy cada uno de nosotros lleva encima un dispositivo que lo conecta con el mundo en cualquier parte ¡de él! Lo posible y lo imposible, son puntos de vista. O como mucho, cuestión de tiempo ¡Nada más!
Para salir de este primer problema responde a la pregunta:
¿Qué deseo realmente hacer? ¿Cómo lo voy a lograr?
Otro paso importante es cortar con la NOVELA ¡Si la novela de la tele! Todos estamos conectados a alguna ficción y en medio de la anestesia para vivir la rutina llegamos a creer que lo que queremos alcanzar en la vida es ser protagonistas de esa novela, una novela de amor, una de poder, una de ciencia, una de superhéroes, de política, de deporte, pero al fin y al cabo ¡una novela! ¡Salí de ahí lo antes posible!
Todos hemos sufrido en la infancia y cuando somos padres nos enteramos en propia piel que cada uno hace lo que puede con lo que tiene. Liberá tu infancia. Es ahí donde aprendiste todos tus patrones de deseo. Pero la infancia ya no está más, ya no necesitas que nadie te abrace en la noche oscura de tormenta. Hacete cargo de tus fantasmas del pasado y gánales o llévate bien con ellos y sonreí a la vida a pesar de haber sido infeliz, abusado, maltratado, injuriado o lo que sea. Nadie te va a devolver esos años, ni sanar esos daños más que vos mismo. Es TU VIDA, a nadie le importa más tu vida que a vos mismo. ¡Manejá esta información lo antes posible!
Se sale de este segundo problema renunciando al drama, libera a los agresores del pasado y escribe tu historia, cada situación dolorosa bien mirada es un aprendizaje. Además nadie nos puede dañar a no ser que se lo permitamos al necesitar sufrir inconscientemente para colocar las emociones de la infancia.
Por último, viví como si ya tuvieras tu deseo cumplido. Porque es cuestión de tiempo para que se dé y porque vivir en la gracia es más sano para el cuerpo, el alma, uno mismo, los demás, el universo. No pidas y te sientes a esperar como si fueras una nena que espera que papi traiga la bici, pedí y se feliz como si ya lo tuvieras. Los indios Sioux cuando piden en su ritual de la lluvia, ni piden literalmente que llueva y que si llueve ellos estarían agradecidos, ¡no! Los Sioux en su ritual de lluvia, van a agradecer a los dioses por la lluvia YA CAIDA, porque si es un deseo es solo cuestión de tiempo que se haga realidad, sienten la lluvia en sus rostros y lodos en sus pies, porque están convencidos de que pronto…lloverá. Y es así. Siempre ¡llueve! ¡Y siempre para!