El dolor de cabeza es tan frecuente que tendemos a normalizarlo y autodiagnosticarlo. La migraña no es un juego. Debemos acudir al médico y si es posible al neurólogo. La migraña crónica es la más incapacitante. EFEsalud analiza y examina esta enfermedad con una neuróloga.
Quizá pensemos que es normal tener dolor de cabeza. La migraña crónica afecta al 2,3% de la población; es más frecuente entre las mujeres de edad media, colectivo donde la prevalencia aumenta hasta el 5%. Según afirma una encuesta realizada por Allergan, 1 de cada 4 madrileños sufre dolores de cabeza frecuentes pero más de la mitad (53%) reconoce que nunca ha visitado al neurólogo por esta razón.
Es una de esas dolencias que asumimos como eventuales pero que en realidad son tremendamente determinantes en la vida diaria de quienes la padecen. Margarita Sánchez del Río, es neuróloga, Directora del Programa de Cefaleas del Servicio de Neurología del Hospital Ruber Internacional, con ella se analizó la enfermedad.
¿Qué es la migraña?
No hay dolores de cabeza normales, es lo primero que digo en la consulta. Es justo lo que pasa, lo normalizamos. La migraña es un tipo de dolor de cabeza o un tipo de cefalea. La persona que lo padece suele de forma relativamente frecuente tener dolores de cabeza que son intensos y que pueden afectar a cualquier zona de la cabeza, no tiene por qué ser en un lado o detrás del ojo.
Puede subir mucho de intensidad, una sensación de estallido, como sentir el corazón en la cabeza pero sobre todo lo que caracteriza a la migraña son los síntomas que lo acompaña: nos molesta mucho la luz, los sonidos, el movimiento nos amplifica el dolor, sentimos el estómago revuelto, podemos llegar a vomitar, incluso tener diarrea. Esto en el caso de que sea una migraña episódica, infrecuente. La migraña puede ser crónica.
Cuando se va haciendo muy frecuente y se va cronificando lo que sucede es que casi no tenemos días sin dolor de cabeza y algunos otros días el dolor se hace más intenso y se asemeja a la migraña infrecuente. Este dolor incapacita, nos impide realizar las tareas habituales.
¿Qué tipos de migrañas existen?
Podemos diferenciar tres grandes grupos: migraña sin aura o con aura; nos referimos a migraña con aura a una serie de síntomas que con frecuencia preceden al dolor de cabeza: alteraciones en el campo de visión (vemos lucecitas), no nos dejan ciegos pero no vemos bien durante unos minutos y luego aparece el dolor de cabeza fuerte. Es lo que llamamos el aura visual.
El segundo tipo de aura más frecuente es el llamado somatosensorial; empezamos a notar un hormigueo como si se durmieran los dedos de la mano que va ascendiendo hasta la comisura de la boca. Suele durar entre 30 minutos a una hora y luego aparece el dolor de cabeza.
En la migraña sin aura aparece el dolor sin estos síntomas; y luego diferenciamos la migraña crónica que puede ser con o sin aura. La diferencia es que tenemos muchos días con dolor de cabeza, más de la mitad del mes. En estos pacientes, se asocian otra serie de enfermedades como la depresión, la ansiedad, problemas de sueño, obesidad; en definitiva, un paciente mucho más complejo; de ahí que queramos concienciar a la población para que vengan al neurólogo y sean tratados con toda su entidad.
¿Por qué se produce la migraña?
No sabemos cuál es el factor primordial que hace que una persona padezca migraña pero sabemos que los factores genéticos influyen mucho; hay una agregación familiar, se hereda. Es posible un primer caso aislado pero existe un condicionamiento genético y también muchos factores ambientales que pueden hacer que alguien que tenga predisposición en sus genes la padezca o no. Por ello, hay que controlar causas como la obesidad, dormir bien… que favorecen que alguien con predisposición genética a la migraña la padezca.
¿Quienes son los más afectados?
Lo padecen tanto hombres como mujeres pero es cierto que nosotras lo tendemos a padecer tres veces con más frecuencia que los hombres y es por las influencias hormonales. No sólo con la ovulación, en esos momentos hay fluctuaciones hormonalesy es más frecuente que se desencadene una migraña pero las hormonas femeninas están circulando a lo largo de todo el ciclo menstrual y estas hormonas controlan receptores de dolor que nos hacen más vulnerables y sensibles al mismo.
También se padece a lo largo de todas las edades, los niños suelen padecerlo antes que las niñas, en torno a los cuatro años y en las niñas el pistoletazo de salida es con la menstruación. Durante los embarazos lo más habitual, como hay estabilidad hormonal, es que las migrañas desaparezcan de manera transitoria; cuando se da a luz volvemos al ritmo previo. En la menopausia hay un tercio de probabilidades de que la mujer se cure.
¿Cuáles son los síntomas?; ¿cómo los podemos identificar?
Si es un dolor que me frena, no puedo funcionar al 100 por 100 y si necesito siempre el analgésico para cortar ese dolor. Si esto aparece con una periodicidad de todos los meses, dos veces al menos, hay que ir al médico de cabecera para consultar y aunque nos diga que el analgésico que te estás tomando está funcionando, al menos tendremos ya un diagnóstico certero y nos darán pautas sobre cómo actuar si ese dolor aumenta en frecuencia.
¿Cuál suele ser el tratamiento habitual?
En la migraña episódica o infrecuente (menos de tres veces al mes) sólo recurrimos a analgésicos; lo que le vamos a pedir es que el dolor me lo quite lo antes posible y necesite la menor cantidad posible.
Existen los analgésicos convencionales y luego medicamentos más específicos para la migraña: los triptanes. No son más fuertes, sino que están diseñados para la migraña. Son fármacos seguros.
¿Puede desaparecer?
La tendencia es que vaya remitiendo. Ayudamos al paciente en los periodos en que está muy mal, que el dolor es muy frecuente o incapacitante. No son tratamientos de por vida, es otra de las cosas que la gente también tiene en la cabeza. Se hace de periodos de seis meses a un año, de forma muy individualizada.
Si se controla, puede que una persona haga sólo un tratamiento preventivo en su vida y no haga falta más, no porque desaparezcan por completo sino porque van a aparecer muy de vez en cuando y se va a convertir en un dolor de cabeza “normal”, que no me incapacita. Esos tratamientos existen; los pacientes deben tener la opción de acceder a ellos pero tienen que consultar. No puede ser algo autorrecetado bajo ningún concepto.