Si la música triste coincide con el estado anímico de la persona que la escucha, la sensación de alivio y satisfacción aumenta, dice el estudio que se realizó en la Universidad de Berlín y fue publicado en la revista Plos One.

Las investigadoras Stefan Koelsch y Lila Taruffi llegaron a la conclusión de que este estilo de música proporciona al oyente cuatro tipos de recompensa.
Se puede citar “imaginación”, “regulación de las emociones”, “empatía” e “implicaciones irreales” pese a lo inconcebible que pueda parecer que las personas busquen y disfruten la tristeza en la música.
Para llegar a esta conclusión se realizó una entrevista a 722 personas de todo el mundo. El estudio resalta que este resultado se contrapone con todo lo relacionado a que la felicidad es la principal fuente de bienestar, publica UH.