- febrero 23, 2014
En pleno auge de Grey’s Anatomy, todos pensamos que Katherine Heigl iría a convertirse en la próximaJulia Roberts. Cumplía con los tres requisitos de Hollywood: belleza, carisma y talento.
Pero ella misma empezó a cavar su propia fosa cuando en 2008 tildó de «sexista» la película que la llevó al estrellato en el cine, Ligeramente embarazada (Knocked Up, con Seth Rogen). Obviamente, esas palabras no le cayeron nada bien al director, Jude Apatow.
Y el colmo llegó cuando, ese mismo año, pidió no ser considerada para los premios Emmy porque, a su criterio, los guionistas de Grey’s Anatomy no habían escrito buen material para su personaje, Izzy. Ella se retiró de la serie en enero de 2010, en plena temporada 6, y su excusa fue que la historia había llegado a una meseta (ahora Grey’s Anatomy va por su temporada número 10).
Eso no es todo: los productores de Hollywood se hartaron de sus aires de diva y los insólitos pedidos de su madre-manager, Nancy. En un artículo de The Hollywood Reporter, algunas fuentes recuerdan caprichos como: no querer salir del trailer, cuestionar el vestuario, dudas sobre el guión, demandas de habitaciones lujosas en hoteles, quejas, quejas, y más quejas.
Y no olviden, en su mejor momento, la actriz tenía un cachet de 15 millones de dólares por película.
Pero ahora, los grandes estudios le dieron la espalda y Heigl ya no encabeza la lista de las actrices más demandadas. De hecho, no le quedó otra que pedir ayuda a sus fans para financiar su próxima película, de producción independiente, llamada Jenny’s Wedding.
«Estamos tratando de juntar dinero para terminar la película y realmente podríamos usar tu ayuda», dice Heigl en un clip. Los generosos que deseen invertir sus dólares en el flim recibirán a cambio fotos firmadas por los protagonistas o un álbum de fotos oficial.
La idea es llegar a reunir 150 mil dólares para fines de marzo.
Mirá el video de Heigl pidiendo donaciones, en este link: