Comenzar el día con un desayuno que contenga los componentes esenciales para el cuerpo, es el primer paso para desarrollar todas las actividades con las energías necesarias. Por ello es que se debe optar por alimentos naturales y dejar de lado los enlatados.
Ante esta premisa, lo ideal es confeccionar un desayuno a base de cereales, leche o productos lácteos, fruta y/o verduras frescas. El Ministerio de Salud ha elaborado unos consejos que debemos de tener en cuenta y lo compartímos con vos:
- Los cereales como el pan integral, las galletas, los copos de avena proporcionan energía gracias a su alto contenido en almidón.
- Se debe procurar que los cereales no estén edulcorados.
- El pan o tostadas deben ser integrales, lo que hace que la sensación de saciedad sea más duradera y proporcionan al cuerpo más vitaminas, minerales y fibra que los productos de harina blanca.
- La leche, el yogur y el queso proveen calcio a los huesos y los dientes. Las proteínas que contienen mejoran la absorción del calcio. Las frutas frescas y los vegetales son ligeros y también contienen minerales y vitaminas esenciales.
- Las manzanas, bananas, los frutos rojos o los cítricos acompañando un yogur. Se puede aligerar fácilmente un bocadillo de embutido o queso añadiendo lechuga, tomate o pepino. Las tiras de pimiento rojo o hierbas como albahaca agregan valor a un simple pan tanto en sabor como en apariencia.
- El tipo de embutido y de queso debe tener un bajo contenido en grasa. Embutidos con poca grasa son, por ejemplo, el pavo o el jamón. Por el contrario, el chorizo contiene mucha grasa por lo que es mejor evitarlos.
- Para que el cuerpo esté bien hidratado es importante incluir en el desayuno bebidas que quiten la sed como el agua mineral, las infusiones sin azúcar o los zumos de frutas naturales. Estas bebidas son un perfecto complemento al café, el té o el cacao.
Muchos/as niños/as no suelen tener ganas de tomar un desayuno sano por las mañanas. Pero es importante establecer una rutina para que aprendan la importancia de desayunar.
Es aconsejable despertar a los/as niños/as con tiempo suficiente para que puedan desayunar con tranquilidad. Para predicar con el ejemplo hay que tomarse tiempo para sentarse con ellos y desayunar juntos.
También hay que cuidar que los desayunos sean variados. No es necesario pensar algo diferente para cada día, sólo brindar al/a la niño/a algo nuevo de vez en cuando, como un nuevo tipo de fruta presentado de forma atractiva o variar el tipo de cereal.