Madonna causó revuelo por su presencia en el Festival de Cine de Nueva York, pero no exactamente por ser la reina del pop, sino por su mal comportamiento en una sala de cine.
Al parecer, la cantante fue vetada en la cadena de cines Álamos Drafthouse, ya que dedicó la primera mitad del pase de la película «Doce años de esclavitud», de Steve McQueen, a utilizar su teléfono celular. Los demás espectadores se mostraron molestos ante el sonido del teclado y la luminosidad de la pantalla del aparato que usaba la artista.
Según asegura el crítico Charles Taylor al «Daily Mail», uno de los asistentes de la sala le tocó el hombró y le solicitó que apagara su celular. Ella, lejos de avergonzarse, se defendió llamando a sus detractores «esclavizadores» y justificó que usaba su teléfono por una cuestión de «negocios».
Tim League, administrador de la cadena de cines estadounidense, decidió vetar públicamente la entrada de la intérprete a cualquiera de los establecimientos hasta que se disculpe por su actitud. Y de paso le escribió un mensaje a la cantante: «Hasta que no emita una disculpa pública a todos los que asistieron al festival, Madonna no podrá entrar en ninguna de las salas Drafthouse», indicó.