Los dientes de leche empiezan a caerse a la edad de seis a ocho años y cuándo se desprenden debe empezar el riguroso cuidado especialmente de las golosinas.
Los primeros dientes, tanto superiores como inferiores, hacen su aparición en la boca del niño a partir de los primeros meses de vida con los incisivos centrales. Mientras que empieza a desprenderse a los seis a ocho años.
La revista Bekiapadres.com data la cantidad de pieza con la que cuenta la boca, son 20 piezas en total que, con el paso del tiempo son reemplazados por otros 32 dientes permanentes de mayor tamaño.
No es recomendable forzar la caída de un diente por más que esté bastante flojo. Lo mejor es dejar que siga su curso, porque de lo contrario se puede perjudicar la encía y provocar que el diente permanente no crezca de manera correcta.
Debe ser arrancado cuando se encuentre medio suelto como para que el niño pueda soltarlo con la lengua sin sufrir dolor alguno.
Cómo cuidar los dientes del pequeño
Debe ser cuidado con la misma intensidad e igual como lo cuidan los adultos, teniendo en cuenta que existen productos que no pueden utilizar por ser agresivos para la boca de la criatura.
Es recomendable consultar al dentista antes de aplicar cualquier medicamento. Recomendación a tener en cuenta.
1. Cepillar los dientes después de cada comida: es importante cepillar los dientes tres veces al día para eliminar las bacterias que pueden dejar los restos de comida ya que cuando los niños se van a dormir, éstas pueden actuar durante todo ese tiempo.
2. No consumir nada después del cepillado: es algo obvio, pero que muchas veces no se tiene en cuenta. Los azúcares pueden actuar y la aparición de caries puede tener lugar.
3. Usar un flúor adecuado: para una completa limpieza de la boca es necesario usar un flúor y una mayor eliminación de bacterias. Al igual que pasa con la pasta de dientes, éste no puede ser el que utilizan los adultos, ya que es demasiado fuerte para ellos.
4. La boca no son sólo los dientes: el paladar y la lengua también forma parte de la cavidad bucal y dejamos muchas bacterias sin eliminar. Enseñá a tu hijo que, además de los dientes, también debe pasar su cepillo por estas zonas para que la limpieza sea completa.
5. No dejes que abusen de los dulces: no sólo nos referimos a reposterías o golosinas, los jugos también tienen una gran cantidad de azúcar que no ayuda a la dentadura de los niños que pueden causar caries.
6. Acudir al dentista: Él sabrá mejor que nadie como solucionar el problema dental y, además, dejará seguros de que haz hecho lo correcto.