Según datos del Ministerio de Salud, 1 de cada 3 escolares, es obeso. Con una buena alimentación se podría reducir la carga de obesidad infantil.
La obesidad infantil es un fuerte predictor de la obesidad en la adultez. Además de una enfermedad, es a la vez un factor de riesgo para el desarrollo de patologías crónicas no trasmisibles como la diabetes, los problemas cardiovasculares y ciertos tipos de cánceres, menciona el Ministerio de Salud.
En el país, cerca del 30% de los escolares presentan sobrepeso u obesidad, esto es, 1 de cada 3 niños/as y adolescentes se encuentran excedidos en su peso, señala.
El consumo de alimentos poco saludables como las comidas rápidas o también denominadas “chatarras”, con alto contenido graso y sal, los snacks y las bebidas azucaradas como gaseosas y jugos envasados favorecen a la malnutrición de esta franja poblacional. Estos tipos de comestibles han sido reconocidos como uno de los principales contribuyentes y factores de riesgo de la obesidad infantil, razón por la cual la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha pedido a los países restringir su promoción y publicidad dirigida a los/as niños/os y adolescentes, ya que influye en las preferencias, solicitudes de compra y consumo.
La adopción de hábitos alimenticios saludables desde temprana edad (consumo de frutas y verduras a diario) permitirá disminuir la carga de la obesidad infantil y frenar la predisposición de enfermedades crónicas en la adultez.
La gran carga de la obesidad en nuestro país impone tomar medidas que favorezcan la prevención y reducción de los factores de riesgo y la intervención en el ambiente obesogénico.