¿Cómo corregir a los hijos sin traumarlos?

  • Consejos para aquellos padres que no saben cómo reaccionar ante la rebeldía de los chicos.

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    Desde la concepción de un hijo hasta siempre, los padres esperamos que permanezcan de la forma que siempre planeamos y soñamos que sean. Nunca nos imaginamos que alguna vez practicarán lo que aprenden y que estarán reproduciendo malas palabras.

    Foto: http://www.bebesmundo.com/

    La etapa más dulce de una persona es la infancia, una criatura es la luz del hogar y aprenden a mil por hora. Siempre están atentos a actividades que llamen la atención y como es sabido las cosas malas quedan grabar fácilmente que las cosas buenas. Los chicos aprenden en el hogar, las instituciones, en grupo con amistades y más fuera de la casa.

    ¿Cómo actuar ante ciertas situaciones de rebeldía de tu hijo? Especialmente cuando aprendió un nuevo término.

    Mi hijo dice palabrotas

    Ignorar el acto: Si. Aunque no lo creas es importante este procedimiento ya que los niños aprenden y se graban mejor si le demuestras mucha importancia y le das énfasis a lo que acaba de decir.

    Disimular y actuar natural: Bien dicen que en las bases de un niño, hay que reforzar lo positivo y minimizar lo negativo así que si es la primera vez que lo dice, lo mejor es hacer como si nada pasara.

    Si es en ocasiones repetidas hablar del tema: Cuando un niño repite muchas veces una mala palabra es momento de actuar y tomar cartas en el asunto. Lo recomendable es sentarse y hablar con el niño y preguntarle ¿Sabés qué significa esa palabra? ¿Por qué la dices?, te sorprenderán con la respuesta ya que la mayoría no tendrá noción de la palabra.

    No reír de la palabra: Muchos padres comenten el error de tirar carcajadas cuando un hijo dice palabrotas e inmediatamente (cuando se da cuenta de la situación) lo regaña e intenta corregirlo. Esta es la peor de las situaciones debido a que los pequeños aprenden con asociaciones, así que si notan reacciones de risas, obviamente lo querrán seguir haciendo.

    Lo mismo en cuanto a la parte contraria que en este caso, sería el regaño, no hay por qué darle tanta importancia, ni siquiera como para que el acto merezca una acción disciplinaria al momento. Si sólo fue algo aislado, en un rato lo olvidará, pero si reaccionamos incluso para regañarles o castigarles, igualmente asociarán esto y creará un mal recuerdo o incluso más curiosidad

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