- diciembre 15, 2021
No todas las familias se llevan bien, al menos en ciertos temas, por eso en estas fechas es importante aprender a manejar posibles conflictos.
Los conflictos son diversos, aunque parece que hay historias que se repiten. Hay que recordar que el problema no es solo el conflicto en sí, sino que cada persona tiene una perspectiva del mismo.
Por ello, si la reunión parece ineludible y el ambiente ya era tenso, la idea será ver cómo podemos mejorar nuestra predisposición para ese día. Aquí aportamos algunos tips a tener en cuenta:
– Acudir con predisposición, pero sin expectativas: gran parte del éxito del encuentro dependerá de nuestra actitud, pero tampoco podemos pensar que la otra persona nos lo va a poner fácil.
– Elegir de forma sensata el tiempo en el que estaremos presentes: Si hemos sabido contenernos, mejor irnos a tiempo que acabar explotando. Lo bueno si es breve, dos veces bueno.
– Evitar el alcohol o en lo posible el exceso del mismo: También el consumo de otras sustancias que pueden alterar una normalidad, ya de por sí complicada, ante situaciones de cierto estrés emocional.
– No sacar a relucir el tema en cuestión: el trabajo, el dinero, el novio, los hijos o para cuando la boda. Si hay que hablarlo, mejor elegir un momento privado y no uno que involucre a toda la familia.
– Saber encontrar momentos para estar solo: Tener una habitación, o al menos un baño, en el que entrar y respirar profundo cuando nos sentimos desbordados, puede ayudar.
– Valorar el momento: No centrarnos solo en el tema que nos separa, sino en lo que nos une como para pasar ese día juntos. Es posible que no tengas otra oportunidad de estar de nuevo así en familia.
Fuente: SModa.