Cultivar hortensias en macetas de interior o exterior ofrece flores coloridas y vigorosas en cualquier lugar donde coloques la planta. Si te regalan o compras una hortensia, fomenta su floración con los cuidados apropiados. En el ambiente correcto y con los cuidados apropiados, puedes hacer que tus hortensias en maceta vuelvan a florecer para obtener hermosos despliegues de color.
Seguí los siguientes pasos para cuidar de las mismas:
- Poda la hortensia luego de que finalice la floración. Corta los tallos con unas tijeras de podar de modo tal que sólo queden unos pocos nódulos o un par de hojas en cada brote. Descarta las partes que has cortado.
- Mezcla partes iguales de tierra para macetas y musgo de turba, lo suficiente como para llenar una maceta grande donde la planta tenga espacio para crecer. Inicialmente, llena la maceta hasta la mitad con la mezcla de tierra.
- Saca la hortensia de su recipiente original al dar unos firmes golpes con las tijeras de podar en los laterales para aflojar la planta. Sujeta los tallos de la planta desde la copa y tira suavemente del recipiente. Sacude el exceso de tierra de las raíces y deséchala.
- Coloca la planta en la maceta grande con tierra nueva. Añade un medio de crecimiento adicional hasta llenar la maceta, presiona suavemente con tus manos. Riega la planta con abundante agua hasta saturar la tierra.
- Ubica la maceta en un lugar en interiores donde reciba luz solar plena. Mantén la tierra húmeda.
- Mezcla un fertilizante con agua según las indicaciones del envase y aplica en la planta dos veces al mes. Vierte cuidadosamente el fertilizante sobre la tierra.
- Traslada la hortensia a un espacio exterior luego de la última helada de la primavera. Lo ideal es un lugar donde reciba luz solar por la mañana y sombra por la tarde. Sigue un calendario de riego y fertilización.
- Poda los tallos largos durante la primera mitad del verano para evitar que la planta se debilite. Quita las puntas de los tallos al extraerlas con tus dedos, justo por encima del nódulo de la hoja.
- Volvé a ubicar la planta en interiores, cerca de una ventana soleada, inmediatamente después de la primera helada del otoño. Sigue regando para mantener la tierra húmeda, pero suspende el uso de fertilizantes.
- Quitá todas las hojas de la planta arrancándolas con tus dedos a principios de noviembre.
- Coloca la hortensia en un lugar donde las temperaturas varíen de 35° F a 40° F (1.6° C a 4.4° C). Conserva la planta en este lugar durante seis semanas sin regarla.
- Traslada la planta a un lugar soleado con temperaturas que varíen de 55° F a 60° F (12.7° C a 15.5° C). Riega con abundante agua hasta saturar la tierra. Reanuda el calendario de fertilización de dos veces al mes y mantén la tierra húmeda. Las flores aparecerán dentro de un lapso de cuatro meses.
Fuente: www.ehowenespanol.com
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