En la segunda jornada de la pasarela madrileña se ha vivido una explosión de ideas con alma comercial: Ana Locking elige tejidos desde los sentidos, Ion Fiz apuesta por un imaginario juvenil, Juanjo Oliva toma un cariz más comercial y Angel Schelesser se recrea con patrones setenteros.
Infinidad de ideas, una gran abanico de color y patrones para todos los gustos orquestan prendas comerciales con el vestido como protagonista indiscutible de la jornada.
Una propuesta que facilita la vida a la mujer y evita pensar cómo conjuntar las prendas del armario. Y con esta filosofía Juanjo Oliva ha mostrado una sinfonía de vestidos.
A imagen y semejanza de la colección que realizó Yves Saint Laurent con la pintura de Mondrian, Oliva ha exhibido una serie de prendas que recrea la obra de la artista brasileña Lygia Clark, «eso sí, salvando la distancia», explica con una sonrisa el diseñador, que por segunda vez presenta una colección para Elogy en la pasarela madrileña.
Cortos y sobre todo largos, los vestidos presentaban cortes circulares y rectangulares «con mucho peso de las asimetrías y de la tridimensionalidad», detalla Oliva.
A modo de experimento, en esta colección de alma comercial, se han contrapuesto la seda y el nylon, texturas diferentes con las que ha cosido idénticos vestidos de estampados setenteros en tonos azules y naranjas. «Aunque sorprenda, el nylon hoy es más caro que la seda y ofrece un resultado similar», ha dicho.
Ana Locking ha tomado como punto de partida «La montaña mágica» de Thomas Mann y ahonda con cada puntada en el difícil proceso de encuentro «con uno mismo», en plena vorágine contemporánea.
Traslada su imaginario al sanatorio en Los Alpes de la novela y allí toma prestado el blanco de la bata médica, el verde quirófano y el rojo sangre, para elaborar estructuradas prendas de «pret-à-porter» con espíritu de costura.»Es mi colección más luminosa», resume.
«La moda es un instrumento creativo muy intenso», ha expresado Locking, quien ilusionada cuenta que con esta colección venderá por vez primera en Nueva York.
Y no sorprende su declaración de intenciones, pues en la pasarela se han visto prendas con personalidad, patrones con potentes cortes asimétricos y tejidos seleccionados desde los sentidos.
«After Sun», es la nueva colección del Ion Fiz, creador que ha mirado hacia el Mediterráneo para dar un giro de timón a sus propuestas de fiesta en pos de unas prendas más relajadas, frescas y joviales. «Es más versátil y fácil de llevar que las anteriores, he huido de los brillos, los abalorios y los tejidos barrocos», explicó el creador vasco.
Y en ese cambio, se han visto vestidos muy cortitos envueltos en un halo infantil, blusas de batista suiza con canesú, chaquetas cortas de rayas horizontales, faldas con caída y cuerpos asimétricos, prendas que se adornan con vainicas e ilustraciones de ola hechas por Gabriel Moreno.
Un mono blanco con una falda de tul ajustada con una cinturilla negra cerró el desfile, un modelo que sustituye al clásico vestido de novia con el que acostumbraba.
La estética de los safaris africanos junto con uniformes militares vertebran la nueva colección para primavera-verano 2015 de Ángel Schlesser, que vuelve a recurrir a los patrones de la década de los 70 y de los 90 para vestir a la mujer.
Las propuestas urbanas de Schlesser llegan coloreadas en tonos arena y verde caqui que se alternan con estampados de leopardo y sutiles pinceladas de amarillo y naranja.
Por la mañana, la arquitectura modernista ha sido lo que ha hilvanado el trabajo de Devota&Lomba, una constate que da un paso más e impone sobre los patrones las filigranas y las flores de las escayolas de los techos modernistas. El objetivo, enriquecer los patrones minimalistas sin perder la identidad.
La buena marcha de su desembarco en México y el «orgullo» con que los mexicanos defienden su folclore ha hecho que Roberto Verino abandone su Galicia natal por las peleas de gallo, la herencia precolombina, la alegría de sus fiestas y el color de sus evocadores paisajes.
Un emocionado Francis Montesinos, veterano en esta pasarela, rinde homenaje, con su colección «Yemanjá», a la mujer universal «esencial» que brilla con luz propia a través de diseños confeccionados con gasa lentejuelas, rafia, punto y lino maizados en tonos azules, turquesas, colares o verdes, evocadores de océanos y fondos marinos. EFE