Surrealismo cinematográfico vs brujas contemporáneas

 

Ambas propuestas fueron  ideadas para momentos especiales.El grueso de la propuesta de Barros se sustentó en los trajes de noche largos, en tonos azul klein, verde hiedra y rosa palo. Con largo hasta los pies, y fruncido en el pecho, la diseñadora ha equilibrado sus silueta con cinturas estrechas y líneas vaporosa en las faldas.

“Es una colección marcada por el vestido”, señaló a Efe Estilo la creadora, que contó con una front row encabezada por Brianda Fitz-James y la escritora Espido Freire.

Por su parte Marthin Lamothe, consiguió que su propuesta gravite una temporada más en la investigación de tejidos. Una microfibra engomada que asemeja el cuero, en prendas que evocan armaduras, ha dado paso a tejidos más vaporoso que, armados en primorosos patrones, han ganado volumen.

La mujer que Lamothe subió a la pasarela se  divide en tres épocas históricas, en primer lugar, las brujas monacales que ayudaban a parir, siglos después, las consejeras medievales y por último, con un look “más pret á porter” y bizantino, la mujer romántica, de estilo helénico.

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