El diseñador belga está construyendo un nuevo Dior que viste al hombre para la próxima primavera-verano con pantalones holgados y confortables, lo feminiza con camisas de cuellos pajarita y cuadros de diferentes motivos o con chalecos de punto, pegados al torso, de cuello redondo, que evoca aquella prenda unisex que se vistió en los 60 y que, en ocasiones, lo sube de talle para dejar ombligos y abdominales escuetos al aire.
La paleta de colores abarca de los tonos tierra, marrones, beige y verdes que llegan a enrojecerse en parkas y abrigos muy amplios y desestructurados.EFE


