Con vestido azul marino de falda en gasa, escote palabra de honor salpicado de pedrería, melena recogida por detrás del cuello y tacones negros recorrió Nicole Kidman los sesenta metros de alfombra roja de la gala de apertura de la 67 edición del Festival de Cannes.
La australiana, que da vida a la musa de Hollywood Grace Kelly en «Grace de Mónaco», firmó autógrafos y remontó con apariencia de sirena y paso de princesa las 24 escaleras que desembocan en el Palacio de Festivales del Festival de Cannes, que arrancó con la proyección de esa controvertida película, firmada por Olivier Dahan y reprobada por la realeza del Principado.
La nube de fotógrafos que aguarda la aparición de las estrellas en esa localidad del mediterráneo francés no respondió al intento de boicot de Estefanía de Mónaco.
La hija menor de Grace Kelly había pedido a través de la prensa que no se inmortalizase a los autores del filme, como protesta por una película que los Grimaldi consideran desmerece la vida de la princesa.
Kidman, una habitual de la Croisette, el paseo marítimo de Cannes, fue la gran protagonista y figura sublime del arranque una fiesta cinematográfica a la que asistió con el resto del equipo de su película, proyectada fuera de competición.
La española Paz Vega, que interpreta en el filme a la soprano griega Maria Callas, se mostró ante las cámaras con raya a un lado, pendientes de brillantes engarzados en forma de flor, vestido rosado ceñido y labios rojo pasión, mientras que el director de «Grance de Mónaco», Olivier Dahan, lució su inseparable gorra oscura y corbata anudada informalmente.
Además de las estrellas de la cinta de inauguración, flotó por la alfombra roja el mexicano Gael García Bernal, que se dijo «muy contento» de participar en el jurado que preside la neozelandesa Jane Campion, ella con traje de chaqueta azul celeste, y el resto de cineastas que designarán la Palma de Oro.
El actor Willem Dafoe, la intérprete Carol Buquett, con vestido de rosa pálido cerrado en el cuello, la cineasta Sofia Copola, que se presentó con vestido corto negro, tampoco faltaron a la gala.
Antes habían entrado al Palacio de Festivales de Cannes Chiara Mastroianni, quien con vestido gris de lentejuelas dijo estar muy emocionada por el homenaje que el certamen mediterráneo le rinde este año a su padre, inolvidable en «Ocho y medio».
Asimismo, desfiló bajo el sol de esa localidad francesa Audrey Tautou, con pelo corto y flequillo, tira de brillantes por pendientes y vestido en tonos marrones con estampado impresionista, además del director mexicano Alfonso Cuarón, autor de «Gravity», y el argentino Pablo Trapero, presidente del jurado de la sección Una Cierta Mirada, y su esposa, la actriz Martina Gusmán.
También concurrió a la primera noche de gala del festival cinematográfico más importante del mundo, con vestido en dos tramos, de generoso escote negro arriba y falda rasa gris piedra abajo, la actriz francesa Adèle Exarchopoulos, protagonista de «Adéle», con la que Abdellatif Kechiche ganó el año pasado la Palma de Oro.
Laetitia Casta escogió un vestido blanco de efecto pluma sesgado por dos franjas negras, Eva Longoria se atavió de verde pino ceñido y manga larga y Jane Fonda posó elegante con vestido burdeos claro, semitransparente y de manga larga.
Del desatino del «famoseo» en la jornada inaugural se ocupó horas antes de la gala Ayem, antigua concursante de la saga francesa de telerrealidad «Secret Story», que al bajarse del lujoso coche que la llevó a su exclusivo hotel tuvo un aparente descuido, se le levantó la falda y los curiosos allí congregados inmortalizaron su ropa interior, negra con encaje. EFE/Javier Albisu.