Natalia Vodianova, una de las modelos más importantes de los últimos 10 años, no solo es el cuerpo y rostro de la firma de lencería Etam, sino también diseñadora para esta casa de una colección que se ha presentado en París, mientras recordaba su infancia “dura y complicada”.
Nació en Nizhni Nóvgorod, una ciudad industrial a quinientos kilómetros de Moscú. Con tan solo 11 años, y siendo la primogénita de tres hermanas, la pequeña con discapacidad, ayudaba a su madre a vender fruta y verdura en un puesto ambulante.
Un cazatalentos la descubrió y con 15 años decidió apuntarse en una escuela de modelos para conseguir ingresos extra. Aprendió inglés y dos años más tarde se instaló en París donde firmó un contrato con la agencia Viva Management.
Vodianova recordó su dura infancia “un pasado muy complicado” en el que tuvo que ayudar a su madre a subsistir, pero aseguró que “los momentos más duros son lo que guarda hoy con más aprecio”.
Para la rusa, llegar a París siendo casi una niña y ver cómo se comportaban las mujeres y cómo trataban de mostrar lo mejor de si mismas fue “un shock”.
“Mañana podría pasar algo que te haga valorar mucho más lo que te sucedió ayer”, reflexionó, antes de romper de súbito su discurso intimista: “¡Pero esto es muy profundo, y estamos presentando una línea de lencería!”.
Una línea de lencería que ella misma ha diseñado para Etam.La colección que presento en la legendaria piscina Molitor está inspirada en el Reino Unido, un país que forma parte integral de la identidad de la modelo y de la de sus hijos británicos, nacidos de su unión con el aristócrata Justin Portman.
Uno de los elementos que más aprecia la ‘top model’ de la cultura británica es su Casa Real, que, a su juicio, encaja con la importancia que se le concede a la familia en ese país.
En repetidas ocasiones aludió a los valores familiares, que califica como una prioridad en su vida, aunque reconoció: “como madre, siempre que dejo atrás a mis hijos me siento culpable”.
Pese a ello, dijo que trata de estar presente en todas las fechas importantes para sus niños (tres chicos y una chica) y reconoció que no se pierde “ni una reunión del colegio”.
En referencia a la ropa íntima, sobre todo entre las más jóvenes, Vodianova consideró que “hay una línea muy fina entre sentirse bien con quien eres y ser agresiva con tu cuerpo” y agregó que en la colección que se presenta hoy ha jugado con la bandera británica y con elementos de las tiendas “vintage”.
En cuanto a su físico, Vodianova dice “no siempre me siento cómoda con mi cuerpo. A veces veo a otras mujeres y me gustaría ser como ellas”, explicó en una rueda de prensa la modelo rusa, que cree que las mujeres están “programadas para aspirar siempre a ser más bellas”
Pese a esas dudas sobre su aspecto, la modelo no pudo contener una enorme sonrisa al reconocer que se ve “estupenda para tener cuatro hijos”, el último de los cuales, Maxim, nació el año pasado fruto de su relación con el heredero del grupo líder mundial del lujo LVMH, Antoine Arnault. EFE.