Aires rockeros de los setenta y salón de baile años 50, dominarán las tendencias de moda de mujer en 2014.
El armario femenino de 2014 se configura como un amplio abanico de propuestas, entre las que destaca la vuelta del rock de los setenta y las sofisticadas siluetas de los salones de baile de los cincuenta, todo ello amenizado al ritmo de estampados inspirados en motivos vegetales y animales.
Parece que el hórror vacui de los “print” que los diseñadores subieron a la pasarela la temporada pasada todavía permanecerá en escaparates, alfombrar rojas y pasarelas, durante la primavera-verano de 2014, combinado eso sí, con colores pastel, el azul bebé como protagonista y el negro como tono comodín.
Clásicos versus setenta
Las siluetas siguen corrientes contrapuestas: por un lado, tratan de recuperar el legado de grandes clásicos como Balenciaga o Dior, con faldas abullonadas y cortes tipo “lady“; y por otro, bailan a ritmo de rock de los setenta para sacar el lado más sexy del cuerpo femenino.
La prenda que pisará fuerte en 2014 será el “jumper“, un mono que admite múltiples modalidades y que igual se transforma en un palabra de honor para la noche que, confeccionado en “denim”, sirve para el día a día.
Las firmas que han apostado por los estampados han elegido la explosión de color y las formas de flora y fauna selvática, es el caso de la todopoderosa Prada y de las guerreras tribales de McQueen, una firma que vertebra su propuesta para la próxima primavera-verano en un tapiz de texturas con plumas, lana, “tweed” o metal.
Una firma que ha decidido mirar con más decisión a décadas pasadas es Hedi Slimane, el diseñador llamado a modernizar YSL (ahora Saint Laurent), que ha subido a la pasarela una refinada visión del rock de los setenta, a precios desorbitados eso sí.
El cuero es el material por excelencia para este diseñador, que alterna la pasarela con la fotografía, y que parece haber impuesto su visión en 2014 frente a las críticas que vieron en él un destructor del legado de la mítica firma francesa, quintaesencia de la elegancia.
Las siluetas que bailan a ritmo de rock se ajustan y los patrones persiguen las prendas de Janis Joplin y Jim Morrison conforman una colección de maxi hombreras, pantalones pitillo, corbatas estrechas, vestidos con un hombro al aire, toques de lentejuelas y destellos dorados, todo sobre un fondo negro.
Pero Slimane no ha sido el único en mirar a esta explosiva década: con un tono menos oscuro lo ha hecho también Isabel Marant, el estadounidense Marc Jacobs o la firma italiana Versace.
Recuperar a los clásicos
Otra de las tendencias que inició su andadura en el recién clausurado 2013 fue el legado de dos grandes clásicos: Christian Dior y su silueta “New Look“‘, y el patrón “cocoon” de Cristóbal Balenciaga. Ambos estilos ya estuvieron presentes en escaparates, pasarelas y alfombras rojas de todo el mundo durante los últimos meses.
Para ganar volumen, estas prendas necesitan materiales consistentes y con cuerpo, como el neopreno, poliester o poliestileno, tejidos que se ha convertido en imprescindibles para que faldas y chaquetas alcancen volúmenes imposibles.
Colores pastel versus tonos chillones
Todas estas tendencias se teñirán de colores como gris paloma, marrón arena y violeta tulipán. Los tonos pastel se reparten la paleta de colores de la próxima primavera-verano.
Así lo avanza la empresa Pantone, autora del más usado de los catálogos de colores, que declara al azul cielo como el indiscutible protagonista de la pasarela en la primera-verano de 2014, y al azul marino y rojo cayena como los tonos de moda discordantes.
Quien parece haberse tomado esta predicción muy en serio ha sido Chanel, que propone un matizado baile de trajes de chaqueta en su tradicional “tweed” de colores suaves, salpicado por algún tono chillón, así como su principal competidora, la casa Dior, y los aires de renovación de Raf Simons.
Una amplia y variada paleta de propuestas que configuran uno de los armarios más arriesgados y completos de todas las temporadas. EFE