Los calzados deportivos son los invitados no esperados de la pasarela. Chanel, Valentino y firmas de lujo que apuntan a la tendencia casual impuesta por la calle.
Basta de sufrir. Los dolores e incomodidad generalizada del pie ven luz al final del túnel. El tacón, hasta ahora el rey de la pasarela, retrocede con la llegada de zapatillas de deporte y sandalias, dando así un respiro a la parte del cuerpo más maltratada por los dictámenes del mundo de la moda.
Cuando Karl Lagerfeld, el último superviviente de la saga de grandes diseñadores, sube a la pasarela zapatillas de deporte para su majestuosa y sofisticada propuesta de alta costura, es que algo está cambiando.
Chanel ha venido a confirmar en la pasarela una tendencia que comenzó en la calle hace mucho tiempo. La llegada del siglo XXI abrió definitivamente la puerta al estilo “smart chic” o, lo que es lo mismo, se puede estar tan elegante con ropa deportiva y casual, como con traje, corbata y camisa. La guerra a lo sofisticado estaba declarada.
Cordones con mucho estilo
La modelo Cara Delavigne abre el desfile de la casa Chanel para el próximo otoño/invierno 2014/2015/Imagen cedida por Chanel/EFE
La mítica casa francesa no ha acompañado sus diseños con unas zapatillas de deporte al uso, realizadas en piel y con su mítica doble C como “logo”, todo lo contrario. Las telas de “tweed”, emblema de la firma francesa, y los delicados brocados de los trajes de Chanel son los mismos empleados por Lagerfeld para armar primorosas y cómodas zapatillas de ancha suela.
Pero los cordones de Chanel no han sido los únicos en subirse a la pasarela: uno de los primeros casos de éxito fue el modelo “Willow” de Isabel Marant, una colorida zapatilla de deporte con cierto aire ochentero que oculta una cuña interior. Horteras para sus detractores y adoradas por blogueras y “fashionistas”, lo cierto es que esta iniciativa de la diseñadora francesa ha sido copiada hasta la saciedad.
La sofisticación italiana tampoco quiso perder el tren de lo confortable, y muchas han sido las firmas que se han pasado al “smart casual”, una de las primeras Moschino que acompañó sus diseños para mujer con cómodas zapatillas multicolor, o Valentino, que vistió hace dos años a su hombre sofisticado con zapatillas de deporte.
Colaboraciones inusuales
Hace tiempo una colaboración entre una firma de lujo y unas zapatillas, hubiera sido impensable, pero la moda de la calle ha ido ganando peso frente a la pasarela gracias a blogueros y el auge del “street style“.
Movida por esta corriente, la casa Maison Martin Margiela realizó una colaboración limitada con las zapatillas Converse, que dio a luz un sencillo y original modelo basado totalmente blanco, que con el paso del tiempo iba descubriendo una capa de color en tono azul, rojo o amarillo.
Otras colaboraciones exitosas, y más duraderos, ha sido la de Adidas con la diseñadora inglesa Stella Mccartney, un prodigioso tándem que no se ha limitado a las zapatillas deportivas, sino que se ha extendido a pantalones, camisetas y todo tipo de prendas para practicar deporte.
Más de moda cuanto más cómodo
Todavía es pronto para augurar si el éxito de All Stars, New Balance y otros modelos deportivas es puro “marketing” o una moda pasajera. Lo que sí es cierto es que podólogos, traumatólogos y especialistas en la materia llevan décadas alertando sobre los peligros de la estética y la moda.
Según los expertos, el uso de calzado estrecho, punta fina y tacón alto son el factor más importante en la patología del pie y han conseguido multiplicar por diez las deformidades en los pies de la mujer.
Unas advertencias, que aún así no han conseguido derrocar de su pedestal a Louboutin, Manolo Blahnik o los míticos Stiletto, tres nombres que han hecho correr ríos de tinta entre sus detractores y sus más fieles seguidoras.
Probablemente, uno de los momentos que mejor resume la contradictoria relación entre una mujer y sus zapatos sea la intervención de la actriz inglesa Emma Thompson en la gala de entrega de los Globos de Oro, quien con actitud desenfadada subió al escenario, descalza y con una copa en la mano.
Thompson señaló la suela de sus Louboutin, de color rojo, y dijo: “Quiero que sepáis esto: ¿veis este color? Es mi sangre“. EFE