Vestidos de corte, música y olores del siglo XVIII vuelven a los palacios británicos de Hampton Court y Kensington, que muestran ese esplendor para conmemorar los 300 años de la llegada de los dos reyes Jorge de Hannover.
La organización benéfica «Palacios reales históricos», que se encarga del mantenimiento y gestión de algunos palacios, abrió los aposentos restaurados de los llamados «gloriosos» reyes, Jorge I (1660-1727) y II (1683-1760) de Inglaterra, en Hampton Court, al sur de Londres, y Kensington, centro de la capital.
El imponente Hampton Court, rodeado por floridos jardines, laberintos y caballos, es el encargado de recordar, 300 años después, la llegada en 1714 del príncipe alemán Jorge I y su casa de Hannover, marcada por batallas entre monarca y heredero.
En una época destacada por cambios, como la aparición de oposiciones políticas entre «wigs» y «tories» y leyes religiosas como el acta de establecimiento de 1701, que prohibió a los católicos heredar el trono inglés, Jorge I llegó como el único sucesor protestante al reinado británico.
La exhibición invita al visitante a descubrir a través de objetos personales e impresionantes retratos y habitaciones, la corte del rey que inició una de las más infames batallas familiares reales al encerrar a su mujer Sofía de Celle en un remoto castillo de Alemania por adulterio.
La visita, acompañada además de un mapa que evoca los olores del siglo XVIII a través de perfumes de las damas de corte, chimeneas y comidas, explora el impacto que tuvo la dinastía de Hannover en la cultura y la política de Gran Bretaña.
«Cuando la gente venía a Hampton Court, Londres se quedaba vacío, y venían a ver a su rey comer con la esperanza de que fuera un rey saludable y un buen rey. Y de hecho fue un rey exitoso, durante su reinado Inglaterra se convirtió en un país poderoso y fuerte», declaró a Efe el comisario Sebastian Edwards.
Durante el reinado de Jorge I -que duró hasta 1727- el poder de la monarquía disminuyó mientras que se desarrolló el moderno sistema del gobierno por gabinete de la mano del destacado político inglés Robert Walpole, considerado el primer Jefe de Gobierno británico.
En el corazón de Londres, el palacio de Kensington -anterior residencia de la princesa Diana de Gales- acoge la glamurosa corte del rey Jorge II y la reina Carolina, creada en competición con su antecesor.
«Hemos estado renovando el palacio de Kensington durante los últimos ocho meses y los aposentos de Jorge II y su mujer Carolina. Carolina era una mujer muy erudita e intelectual que disfrutaba coleccionando objetos y arte, y parte de nuestra muestra es una mirada a sus intereses y lo que aportó a Kensington», indicó a Efe, la comisaria de este evento, Rhiannon Goddard.
El rey Jorge II era considerado como un hombre temperamental, conocido como «Hannover el valiente» por sus éxitos militares así como por su visible rechazo hacia su padre Jorge I.
A través de habitaciones decoradas con piezas de arte y decoraciones del llamado estilo «georgiano», el palacio explora el gran interés por las artes de la reina Carolina, considerada como una de las consortes más influyentes de la historia británica.
Con la presencia de artistas, celebridades y deslumbrantes fiestas, la fama del palacio de Kensington estuvo en su punto culminante durante los años entre la sucesión al trono del rey Jorge II y la trágica muerte de la reina Carolina que dejó devastado al monarca, lo que le llevó a cerrar el palacio.
Las exhibiciones forman parte del programa que incluirá numerosos eventos hasta el próximo septiembre con motivo de la conmemoración del 300 aniversario de la llegada de la dinastía de Hannover al trono británico. EFE