Los colores ocultos de Anrealage iluminan París

  • La luz ultravioleta estimuló los estampados ocultos del desfile de Anrealage en la primera jornada de la Semana de la Moda de París, en la que la francesa Dévastée desarrolló una superposición de motivos infantiles y tétricos.

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    Las prendas de prêt-à-porter del diseñador nipón Kunihiko Morinaga, fundador de Anrealage, no dependen del color con que se miren, sino más bien de la luz a la que se expongan.

    El espectáculo -apelativo que mejor conviene a esta presentación de la colección otoño-invierno- comenzó con un conjunto negro marcado por un inmenso círculo blanco en el centro, como si se tratara de la huella del foco que le había iluminado instantes antes.

    Si este efecto no bastase para demostrar que la tecnología aplicada a la moda es uno de los caminos que mejor controlan los creadores japoneses, Anrealage se guardó para el final unos modelos en negro que revelaron coloridos estampados de lunares o de cuadros escoceses al pasar bajo la luz ultravioleta.

    Este efecto se produjo gracias a que «el tejido está teñido con un producto especial», como explicó Morinaga tras un desfile concebido con la fábrica japonesa con la que colaboró la pasada temporada para su debut en París.

    Según explicó el diseñador, esta colección «se basa en la forma circular» del foco. Los ponchos redondos, los tacones de cilindros verticales y las mangas voluminosas dieron buena prueba de sus intenciones.

    El juego de roles fue una de las pistas que siguieron tanto Dévastée como Each X Other al combinar las normas del vestuario masculino con las del femenino.

    La firma del dúo francés Ophélie Klere y François Alary, Dévastée recortó los pantalones largos y recubrió los pies con zapatos Oxford, en una colección de líneas rectas alejadas del cuerpo.

    «Esta temporada partimos del peso de los tejidos», explicó a Efe Klere en el «backstage» del desfile para ilustrar su decisión de trabajar el jacquard, la lana y las prendas acolchadas.

    Varios fantasmitas delimitaron un estampado de pata de gallo en un vestido de punto, mientras que las tumbas sonrientes fueron pintadas a mano en acuarela sobre una camisa de seda o delimitadas a puntadas sobre una chaqueta.

    Klere explicó que la firma, que lleva quince temporadas desfilando en París, se encuentra en una fase en la que su clientela «acepta más cosas», como «la excentricidad de motivos, tejidos y formas».

    En esta presentación se pudo apreciar esa osadía en las capas de volantes de organdí que brotaron de los vestidos y en el juego de formas, desde los pantalones anchos y pesqueros para mujer hasta los vestidos-túnica.

    La también francesa Each X Other optó por una entrada en el calendario oficial con una colección que recuperó claves del armario masculino de manera sutil pero efectiva para dar forma a conjuntos tradicionales de mujer.

    Este trasvase de identidades «forma parte de los códigos de Each X Other», reinvindicó tras el desfile Ilan Delouis, fundador y director creativo de esta marca que se presenta como punto de encuentro entre la moda y el arte.

    Elementos tan básicos como los botones, los bolsillos, así como las pecheras y los fajines, sirvieron para evocar las prendas del varón en vestidos que deconstruyeron chaquetas de traje y camisas.

    El «tweed», el vaquero con destellos brillantes y el cuero fueron los materiales de estos diseños ideados con Masha Gard, responsable de la línea para mujer.

    La firma también propuso una colección de zapatos que combinaba botas de rayas blancas y negras o con tachuelas y Oxford de charol, en un intento por trabajar a partir de los «clásicos del hombre», como incidió Delouis.

    Esta primera jornada concluyó con la primera colección en el calendario oficial de Anne Sofie Madsen, diseñadora danesa que dio sus primeros pasos con John Galliano y Alexander McQueen. EFE

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