Chaquetas de corte militar, pantalones rectos y largos faldones, con primacía de tonos blanco, rojo y negro marcaron la noche inaugural del Santiago Fashion Week, la pasarela más importante de la moda chilena.
El primer turno fue para la muestra del diseñador Nicanor Bravo, que jugó con distintas texturas, pero dando mucha importancia a las transparencias, algunas con toques de bordados, en prendas clásicas como vestidos de noche con amplios ruedos y espaldas descubiertas en vivos colores rojos, con algunos detalles en negro.
Pero la tendencia predominante de su colección otoño-invierno fueron el blanco y negro, solos o mezclados.
Sin enmarcarse en un solo estilo, el diseñador mostró tenidas de chaqueta y falda o abrigos y vestidos en la misma tela, con diseños de grandes cuadros y algunos pinceladas de «animal print»,
La capa, la gran protagonista de esta temporada, tampoco estuvo ausente, haciendo juego con pantalones rectos o vestidos de amplio ruedo.
Un toque distinto puso Moda Lab, un colectivo de diseñadores jóvenes que se atrevió con tonalidades distintas como el mostaza y el gris, aunque también dieron gran relevancia al blanco y al negro.
Por ser una muestra de varios modistos las tendencias fueron diversas con shorts, mini y maxi faldas en distintas texturas y los detalles en lana o piel tuvieron espacio en grandes puños y cuellos de vestidos rectos.
En los trajes masculinos, la tendencia absoluta fue el negro con cuellos militares en chaquetas y camisas, combinadas con pantalones más bien ajustados.
En total, la muestra que se extenderá hasta el próximo miércoles, promete 24 desfiles de diseñadores que ya se han hecho un nombre en la escena local como Claudio Mansilla, Juan Failer y Claudio Paredes, entre muchos otros.
Desde Argentina se harán presentes Benito Fernández, Mariana Castro y la marca Pampa Corral. EFE