La minifalda, el vestido saco, los pantalones de pata de elefante, el traje de sirena o las mallas han sido algunos diseños que han marcado estilo a lo largo de la historia. ¿Querés saber por qué?.
Cada generación puede recordar e identificarse con iconos e ídolos de su época. El siglo XIX marca el nacimiento de la moda, que empezó siendo una extravagancia de la alta sociedad y de los bolsillos más adinerados y, poco a poco, se fue extendiendo a toda la sociedad.
Esa moda ha ido evolucionando y, concretamente, algunas prendas han marcado décadas, porque han protagonizado cambios importantes en la sociedad y en la liberación de la mujer. Por eso y mucho más, hoy la minifalda, el vestido saco, los pantalones de pata de elefante, el traje de sirena y las mallas siguen de moda.
Nada tan femenino como el vestido de sirena. Su sencillo corte permite exhibir la figura curvilínea de la mujer, convirtiéndose en el patrón más sensual y favorecedor. En 1932, Coco Chanel propuso su primer modelo elaborado en chifón y con lentejuelas irisadas, toda una oda a la elegancia.
Desde entonces, este modelo causa furor, más aún cuando las grandes divas de Hollywood, de ayer y de hoy, lo lucen como auténticas diosas. Valentino, Dior, Versace, Viktor&Rolf, Elie Saab o Roberto Cavalli son auténtios fans de ese vestido y lo reinventan una y otra vez.
Trasnochada la silueta “new look” de Dior, el maestro de alta costura Cristóbal Balenciaga lanzó el vestido saco en 1956, de hechura holgada, que resaltaba la espalda femenina y poco a poco se iba estrechando hasta por debajo de la rodilla con un corte esmerado; aún hoy es un referente en la moda actual, aunque provocó una gran polémica en aquella época.
Mary Queen fue la diseñadora británica que lanzó a la calle la minifalda, una prenda de la que el modisto francés André Courrègues también quiso acreditar su autoría.
En un principio escandalizó, pero rápidamente se popularizó gracias a que las actrices Brigitte Bardot y Audrey Hepbur la lucieron por medio mundo.
También son pocos los desfiles de moda en los que la minifalda no aparece. La mayoría de los diseñadores han sucumbido a sus encantos y se han empleado en adornarla y transformarla a su antojo. El único requisito necesario para lucirla son unas piernas largas y bien torneadas.
La década de los 70 fue una época marcada por el recuerdo del mal gusto durante un tiempo en que la moda fue innovadora, sexual y expresiva”, dice NJ Stevenson en el libro “Moda, historia de los diseños y estilos que han marcado época”.
“La discoteca, la locura por el baile, ayudó a forjar la memoria estilística de los años setenta y ochenta, décadas en las prendas deportivas tuvieron una gran influencia en la vida activa, entre ellas las mallas”, explica la autora.
De la mano de las clases de aerobic llegaron las mallas al armario femenino, prenda muy cómoda que rápidamente la mujer rescató y combinó con sandalias o botas de tacón para bailar.
Hoy esta prenda sigue de moda, muchos diseñadores la han subido a la pasarela por ser una prenda tan sexy como femenina. EFE