- abril 12, 2014
La nueva tienda del diseñador Karl Lagerfeld en Londres, la mayor de Europa, destaca por su innovación tecnológica, con iPads que muestran su colección y permiten a los clientes fotografiarse en los probadores.
Sólo en este establecimiento penden de las perchas expositoras algunos iPads, estratégicamente colocados para mostrar la colección femenina en la sección de hombres y la masculina al lado de las prendas de mujeres, lo que ofrece al cliente la oportunidad de ver ambas líneas a la vez.
Lo más puntero, no obstante, está «escondido» en los espaciosos y lujosos probadores.
El cliente elige sus prendas, se las prueba y puede hacerse una autofoto con ellas con el iPad que está pegado al espejo, para después retocarla, compartirla si quiere por correo electrónico, Facebook o Twitter o guardarla en el dispositivo y permitir que el diseñador la utilice en su página web.
La oportunidad de dejar una nota al veterano diseñador alemán, icono de la moda internacional y reconocido por sus colaboraciones con las casas Chanel y Dior, la ofrece otro iPad colocado en el piso inferior.
Son los accesorios, personales y de decoración, los que tienen más protagonismo en la tienda del diseñador, que nunca aparece en público sin sus gafas de sol y suele ir acompañado de celebridades.
Fundas para iPhone, mitones de cuero troquelados, cuellos de camisa blancos con botones dorados, pañuelos, llaveros, bolsos, toallas de playa, mochilas, gafas de sol, relojes y corbatas se distribuyen por los estantes junto a prendas de vestir y zapatos.
Entre los objetos de adorno destacan los muñecos de goma que recrean su imagen característica, con gafas oscuras y el pelo blanco recogido en una coleta, a la venta por 129 libras (216 dólares) y que, desde la inauguración, «son de los más vendidos», según explicó Kaveh.
El diseñador también innova con una línea de decoración, en la que incluye velas, vasos posavasos y cojines, y con dos fragancias, una para hombre y otra para mujer.
El libro «El mundo según Karl», una especie de biblia propia en la que se recogen algunas de sus frases sobre el lujo, el estilo, la fama, el diseño y la moda, y que a cambio de 19 libras (31,8 dólares) es uno de los más vendidos.
Son «best-sellers» también los zapatos deportivos de colores y unos blancos con plataforma, las cazadoras de cuero, los guantes y las gafas de sol.
El blanco, negro, salmón y azul eléctrico son los colores que tiñen la colección, junto a una línea exclusiva para el Reino Unido decorada con la bandera británica, que incluye sudaderas, americanas, camisas y abrigos.
La joya de la colección y el artículo más caro del establecimiento es un bolso que pertenece a una edición limitada de ocho ejemplares y en cuya etiqueta figura la elevada cifra de 1.625 libras (2.722 dólares).
Los precios de su firma distan significativamente de la línea que diseñó para H&M en 2004, formada por treinta prendas -de entre 20 y 60 euros- que salieron a la venta en veinte países y se agotaron a los cinco minutos.
El día de la inauguración, el propio Lagerfeld disfrutó de una fiesta en el interior de la tienda junto a amigos y caras conocidas como su «apadrinada» Cara Delevingne, la joven modelo Suki Waterhouse, el apuesto Oliver Cheshire y, en representación de la realeza, la princesa Beatriz de York, nieta de Isabel II. EFE/Alejandra Olcese
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