La cuarta jornada de la Semana de la Moda de Sao Paulo, amaneció abarrotada de tendencias y con el sabor dejado la noche anterior por la emotiva despedida de la súper modelo internacional Gisele Bündchen, que realizó su último paseo «oficial» por una pasarela.
En los pasillos de la Sao Paulo Fashion Week todavía retumbaban este jueves los elogios hacia la «top» brasileña, quien ayer, después de 20 años, se despidió entre lágrimas de las pasarelas desfilando para la firma Colcci.
Con el recuerdo de Bündchen todavía presente, la diseñadora Giuliana Romanno abrió la mañana en el Instituto Tomie Ohtake con una colección que apostó por vestidos cortos y largos hasta los pies, acompañados de cinturones anchos y altos zapatos de plataforma.
Las piezas de ropa vaquera también se incorporaron a la presentación, junto a los diseños de transparencias, como viene siendo habitual en las colecciones de esta pasarela de verano.
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La sala de la esclavitud del Museo Afro Brasil fue el escenario escogido por Lino Villaventura para presentar su colección, la cual evoca «la libertad de las mezclas y la libertad de las horas en las que todo es permitido», en palabras del propio diseñador.
Las pasarela, abierta por la modelo Marina Dias, fue un despliegue de sueño y fantasía que rindió homenaje a los trabajos mas icónicos de la carrera de este creador, que celebra veinte años, los mismos que la Semana de la Moda de Sao Paulo.
De inspiración romántica y «semigótica», la línea femenina presentó voluminosos vestidos y faldas trabajadas en tejidos nobles, como el tul de seda, la organza y el gazar.
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Entre ellos se encontraban, además, piezas de antiguas colecciones del creador, que contrastaron con la línea masculina presentada en tejidos de algodón y lino, que desprendían aire deportivo y urbano.
Se pasó de la libertad a la exuberancia de Costa Rica con el desfile de Patricia Viera, que congregó a sus clientes e invitados en el Museo de Bellas Artes de Sao Paulo, donde presentó una colección juvenil y sensual, para usar tanto en fiestas como en la playa.
Vestidos, faldas y pantalones capri en algodón, con detalles de cuero y macramé, combinaron a la perfección con las piezas destacadas de la colección, los «bodies» de cuero creados conjuntamente con la marca TM Bodies.
La primera salida en la pasarela de la tarde corrió a cargo de la marca Acquastudio, que colocó en escena una recreación de los cerezos japoneses en flor «Sakuras», que evocaron la sensualidad, fragilidad y dulzura de la colección presentada.
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Vestidos a media pierna y largos en tonos pastel llenaron la pasarela, y los trabajos en bordados a mano, aplicaciones de flores, perlas y vidrios imprimieron a la colección de la levedad de los jardines de Japón.
La única colección de ropa de baño del día vino de la mano de la emblemática marca carioca Lenny Niemeyer, que desde hace varios años goza de proyección internacional, y que presentó su propuesta al ritmo de la música ejecutada por una orquesta de violines.
Las icónicas modelos brasileñas Aline Weber y Carol Ribero pasearon sus figuras con piezas especiales de esta línea, inspirada en personajes de las antiguas desfiles de Carnaval, como el pierrot o los marineros.
La diseñadora demostró su maestría en el uso de materiales, combinando la tradicional lycra, con interesantes aplicaciones de macramé, flores de seda y sobreposiciones de hojas en resina cortadas a láser.
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El día continuó con desfiles de GIG Couture, línea de punto de la diseñadora Patricia Bomaldi, quien trabajó las ropas con mucha textura y diseños geométricos en vestidos, faldas y pantalones a media pierna, en una colección juvenil y desenfadada.
El final de tarde de este agitado día de colecciones cerrará con la marca Teca por Helo Teca, Iódice y la colección del diseñador Samuel Cirnansk. EFE