La moda necesita más verde

  • Un nuevo consumidor, cada vez más exigente, empuja a la industria textil hacia un modelo de negocio más sostenible.

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    En India existen ríos que cambian de color según la tonalidad de moda de la temporada. Este fenómeno se debe a la los vertidos de la industria textil, una de las más contaminantes del planeta, a la que se atribuye el 10 por ciento de las emisiones de efecto invernadero, y cuyas marcas se debaten entre la superficialidad del ecomarketing y un modelo de negocio más sostenible. La moda necesita más verde.

    Dos propuestas de la firma Ecoalf que utiliza materiales reciclados/Imagen cedida por la firma/EFE

    Dos propuestas de la firma Ecoalf que utiliza materiales reciclados/Imagen cedida por la firma/EFE

    “Cuando una prenda llega a las estanterías de una tienda, es muy posible que ya haya dado dos veces la vuelta al mundo”, explica a Efe con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente, Gema Gómez, fundadora de la plataforma Slow Fashion Spain y especialista en moda sostenible.

    Consumo masivo

    Pone como ejemplo una camisa elaborada por cualquier gran cadena textil: el tejido probablemente se cultiva y elabora en India, los botones en China, mientras que la prenda se confecciona en países a miles de kilómetros de distancia como México, donde, una vez terminada, vuelve a viajar a los escaparates de todo el mundo.

    La clave de este modelo es, además del consumo masivo un gran número de trabajadores con salarios irrisorios, que permiten que el viaje de ida y vuelta de una camisa alrededor del mundo ronde los veinte euros.

    Pero algo está cambiado en la industria: desastres como la desparición del mar de Aral -en gran medida debido a la plantación de algodón-, o la catástrofe de la Plaza Rana (Bangladesh), en el que murieron más de mil trabajadores, han generado un consumidor cada vez más exigente que comienza a pedir a las firmas que la sostenibilidad esté en su carta de tendencias.

    El consumidor exige

    Un consumidor cada vez más exigente pide a las firmas que la sostenibilidad esté en su carta de tendencias

    “Antes no era un tema relevante para la industria, la gente no hablaba de esto, en cambio, en los últimos años la Resposabilidad Social Corporativa (RSC) se ha convertido en uno de los temas con mayúsculas”, advierte Teresa Sabada, directora de ISEM Fashion Business School (Universidad de Navarra).

    Se ha pasado de cumplir el mínimo exigido por ley, a colecciones elaboradas con materias respetuosas con el medio ambiente y prendas con etiqueta 100% verde, realizadas íntegramente con materias recicladas, como H&M Conscious, la línea “eco” del gigante de la distribución sueco.

    A pesar del esfuerzo, muchas de estas iniciativas son tachadas como “ecomarketing”, campañas puntuales que ayudan a mejorar la imagen de marca pero poco o nada tienen que ver con el modelo de negocio real de las grandes cadenas de ropa. “Venta masiva y sostenibilidad no se llevan bien”, advierte la impulsora de Slow Fashion Spain sobre este tipo de iniciativas.

    Es el caso de Ecoalf, que utiliza tejidos 100% reciclados o The IOU Project, que ha ideado un sistema de etiquetado por el que puedes conocer a todos los trabajadores que han colaborado en el proceso de creación de tu prenda.

    Colección creada por Art comes first y The IOU Project/Imagen cedida ambas firmas/EFE

    Colección creada por Art comes first y The IOU Project/Imagen cedida ambas firmas/EFE

    En la lucha entre ecomarketing y sostenibilidad es claro que ganará la segunda, y es que ambas especialistas coinciden en un punto: “No hay plan B”. Los recursos del planeta se agotan y el modelo de consumo masivo de prendas a precios ínfimos desaparecerá.

    O las empresas se plantean ser sostenibles o dejarán de existir

    Las cifras son demoledoras: para cultivar 250 gramos de esta materia prima -la cantidad necesaria para hacer una camiseta-, se necesitan cerca de 2700 litros de agua, y solo teñir unos vaqueros requiere una media de 8,000 litros de agua.

    “O las empresas se plantean ser sostenibles o dejarán de existir. El consumidor del futuro lo va a exigir” explica Sábada que ve dificil que se repita “el alto consumo de moda” de la última década.

    ¿Qué puede hacer el consumidor? Debe cambiar su modelo de consumo, o el “No tengo nada que ponerme” frente un armario a rebosar de prendas que se adquieren como quien compra “fast food”. “Todo lo que no te has puesto el último año, fuera”, explica Gema Gómez, pero no a la basura.

    Los españoles tiramos 8 kilos de ropa a la basura de media, una cifra muy lejos de Inglaterra, que alcanza los 30. Donarlas, venderlas a tiendas de segunda mano es una opción. A la hora de comprar nuevas prendas, optar por marcas sostenibles, también existe la posibilidad de hacerla uno mismo o de comprarla de segunda mano.

    “Las nuevas generaciones ya han cambiado el chip. La ropa más verde es la que ya existe”, argumenta. EFE

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