Doña Letizia apostó por un vestuario que estuvo a la altura de la circunstancia, y que supo llevarlo con la sobriedad y delicadeza que la caracterizan.
El encargado de vestir a la Reina de España fue nuevamente Felipe Varela, una vez más Doña Letizia se ha puesto en manos del diseñador madrileño, quien escogió un diseño para la proclmación de su marido, Don Felipe VI.
Poco se sabe del diseñador, ya que vive en París, y muy pocas veces es visto en público ya que prefiere resguardar su privacidad hasta el punto que no concede entrevistas. Sin embargo sus prendas se volvieron más conocidas cuando Letizia comenzó a usarlas en actos oficiales.
Foto: EFE
Un vestuario impecable.
Letizia es poseedora de una belleza indiscutible, un rostro cuadrado que normalmente lo luce con un maquillaje a cara lavada, pero que en el día de la abdicación de su marido optó por el estilo nude nuevamente, bases muy naturales, labios en color melocoton, y en la parte de los ojos donde transmite toda su belleza eligió , un acabado semi-mate.
De pelo castaño claro nuevamente la pudímos ver con el alisado que la caracteriza y con dos pequeñas trenzas que formaban una diadema, que despejaba completamente el rostro y con sus aros preferidos en forma de estrella.
Se esperaba que la nueva monarca de España luciera un vestido largo acompañado de una corona o tiara, pero fue totalmente una sorpresa cuando se presentó en el Salón de Audiencias del Palacio de la Zarzuela con un elegante y discreto vestido blanco por la rodilla, con un abrigo a juego. Una adecuada opción de verano en crepé, con bordado degradé en cristales rubí, amatista, ámbar y rosa talco con microperlas crema. Además, llevaba el lazo de la Gran Cruz de la Orden de Carlos III, de la que es Dama desde su enlace en 2004.
Completó su perfecto estilismo con una cartera en ante arena, también de Varela, y unos zapatos en color nude de Magrit. Indudablemente toda una referencia en el mundo estilístico.
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